El Villarreal se prepara para subir el penúltimo peldaño de su meteórica escalada que arrancó con el segundo ascenso a Primera. Participar dos veces en la Champions, incluyendo la disputa de unas históricas semifinales, ya es bastante para un equipo de la dimensión social como el amarillo. Pero ser uno de los grandes, además de codearse y de vez en cuando mojarle la oreja a Barcelona, Real Madrid o Valencia, significa llevarse un trofeo a la vitrina y eso es lo que se deduce de las palabras de los jugadores en las últimas fechas. Sobre todo, en lo que se refiere a esta primera Europa League, en la que los de Valverde no tienen nada que envidiar a escuadras como la Roma y el Valencia y mucho menos al Everton o el Hamburgo. El objetivo, sin despegar los pies de la tierra, es asumible para una escuadra del potencial de este Submarino. Hoy deben dar el primer paso ante un Levski tan inferior como impredecible.

Para poner la primera piedra, el 'Txingurri' sólo echará en falta al corazón del equipo, Marcos Senna. Sin embargo, la desazón por la ausencia del hispano-brasileño queda compensada con la celebrada recuperación de Nilmar. El brasileño ha participado en las dos últimas sesiones de trabajo y apunta a la titularidad, por cierto, acompañado de Jonathan Pereira. Una ocasión idónea para que el delantero más caro de la historia del Villarreal confirme el gran estado de forma que demostró con Brasil, con quien convirtió un hat-trick en el último compromiso de la 'canarinha'. Tampoco es mala oportunidad para Johny. Cuando todo el mundo habla de si el acompañante del brasileño debe ser Rossi o Joseba Llorente, el gallego se cuela por enmedio para dejar claro que no es comparsa y que sabe jugar al fútbol, como demostró en sus años de canterano y confirmó en el Racing de Santander.

Valverde prepara cambios, teniendo en cuenta que el rival no es de gran entidad y que el fin de semana hay que torear en una plaza de postín como San Mamés. Javi Venta, Marcano, David Fuster, Pires y la nueva dupla atacante entrarán por Ángel, Godín, Eguren, Cazorla, Rossi y Llorente.

El Levski llega tras arrancar la liga búlgara a medio gas y con una estadística en sus visitas a España paupérrima. Así, el histórico equipo del Este no conoce la victoria en seis partidos en nuestro país y sólo ha ganado uno de sus últimos 10 compromisos europeos.