El Tridente B amenaza a un viejo conocido, Butelle

Rotar o no rotar. O mejor dicho, cuánto rotar y cuánto arriesgar es la cuestión que hoy se le plantea a Emery. Cuando se despeje esa incógnita se empezarán a resolver dudas del tipo cuánto le interesa la Europa League al Valencia y, tras el partido, veremos si es cierto que la profundidad de banquillo de esta plantilla es mayor que la del año pasado. En principio parece que sí, que el fondo de armario es mayor y que Emery dispone de más y mejores trajes para vestir a su equipo, con lo que en Lille dará descanso a su Tridente y a varios titulares ligueros. Pero también cavila el técnico y teme que un tropiezo tan pronto siembre dudas, dificulte la clasificación para la siguiente fase y le toque ir con el gancho el resto de la liguilla. Así que, al final, como tantas veces, en el término medio puede estar la virtud y el Valencia que salte al Metropole sea un batiburrillo en el que se junten las necesarias dosis de motivación, calidad, competitividad, experiencia y pegada.

Con ese once intentarán los chés tumbar a Butelle, viejo/joven conocido que se buscó las habichuelas al borde del Canal de la Mancha perdonando dos años de contrato, noticia extraordinaria en las oficinas de Mestalla donde nadie sale perdonando. Posiblemente Llorente se estremezca al ver al francés esta tarde y le vuelva a dar las gracias. También las puede dar el bueno de Ludo cuando vea que el Tridente no está, o está desmembrado. Con Silva en Valencia y Villa, presumiblemente, en el banco, el portero respirará tranquilo y también el resto del Lille, un rival más complicado de lo que algunos piensan porque Vittek y Hazard aseguran goles y el ex del Villarreal Mavuba no es un cualquiera en la medular.

Francia se le da bien a los chés y, en el regreso a su país, Mathieu tendrá una oportunidad que empezará a despejar la duda sobre si da o no el nivel y si su suplencia va más allá de los problemas de adaptación que suenan a tópico vacío.

Junto al francés pueden tener la ocasión de asomarse por la rendija que deja el descanso de los titulares los Miku (hat trick en su estreno europeo), Alba, Zigic, Navarro o Joaquín. Pero quizás Emery se agarre a uno de sus cracks, Villa, para completar el once y su Tridente, el otro Tridente, siga siendo temible. Y con todos ellos César, llamado a ser el portero copero si Unai opta por repartir competiciones entre los dos jugadores que, posiblemente, más difícil le ponen elegir sólo a uno. Bajo palos da gusto rotar. Veremos si hacerlo en otras posiciones ofrece tantas garantías.