"La raíz de mi carrera se encuentra en el Tenerife"

Futbolista de una categoría humana ejemplar y aún referente para la afición del Tenerife, Pep Lluís Martí habla de sus días como blanquiazul en vísperas de recibir en Mallorca al que fue su equipo. "Por fin en Primera", celebra tras disfrutar como un chicharrero más del regreso del club a la elite. Capitán del representativo en el ascenso de Butarque, sabe bien Martí "cómo son las sensaciones" de una hazaña como la de alumbrar el camino del retorno a Primera. "El año que nosotros lo conseguimos parecía casi imposible y al final, hicimos un año magnífico", relata el balear, quien tiene claras las claves del éxito del Tenerife de entonces. "Los jugadores y el entrenador conectamos enseguida", dice.

Pasado el tiempo, define el mediocentro al club del Rodríguez López como "simpático", y dice que la España del fútbol probablemente se alegre de que "esté otra vez donde debe, que es en Primera". "Y lo ha conseguido con sus señas de siempre, con un juego espléndido", explica Martí, para quien "los años no han pasado en balde". Si se recuerda aún el momento de su despedida fue porque el futbolista dejó huella. De hecho, dice él que "la raíz" de su carrera está en Tenerife. "Todo lo que logré después fue gracias a mi etapa allí", apunta, agradecido y orgulloso. "Para mí siempre habrá sido un honor mi pertenencia a ese club y mi trato con la afición", cuenta.

"Estoy orgulloso de haber ido a la Isla, que fue donde para mí empezó todo", añade. "Gané una madurez y unos conocimientos que luego han sido muy importantes para lo que vino luego", describe, y se refiere entonces a sus títulos como sevillista y a su regreso a casa. "A Mallorca, donde ahora estoy contento porque me siento bien y porque estoy jugando", completa.

Bajo los ojos de Martí, será "especial" el partido pero sobre todo el de vuelta. "Ya apenas queda nadie de mi época, así que lo que me hará sentir feliz será la vuelta: el regreso al Heliodoro y el reencuentro con la gente", acaba.