Di Stéfano y su incidente con don Juan Carlos en Suiza

El Madrid juega hoy en Suiza, la tierra en la que disputó el primer partido de la Copa de Europa que Santiago Bernabéu había impulsado junto con el diario L'Equipe en 1955. El estreno blanco en la competición que ganaría nueve veces fue el 8 de septiembre de 1956 en Ginebra, con el Servette como rival de octavos y en día festivo, ya que por aquel entonces no había fechas fijas para disputar las eliminatorias y además el estadio suizo de Charmilles, con capacidad para 20.000 espectadores, no tenía iluminación artificial.

Sin embargo, ese partido también pasó a la historia por el curioso incidente entre Di Stéfano y el rey Juan Carlos, por aquel entonces Príncipe de Asturias, que aprovechó sus vacaciones en el país helvético para acercarse a ver la puesta de largo blanca en la nueva competición continental. La expedición madridista fue recibida en audiencia el día anterior en la residencia de la reina Victoria Eugenia en Lausana (ya que vivía en el exilio) en un encuentro del que nada se supo en España porque lo prohibió la censura. En ese acto, Saporta invitó al joven príncipe y al resto de la familia real al palco presidencial para presenciar el partido.

El ahora monarca tenía en aquel entonces apenas 17 años y en el descanso tuvo la idea de bajar a los vestuarios para animar a los blancos. Cuando llegó, Di Stéfano estaba de espaldas metiendo las manos en agua fría (se le habían hinchado en la primera parte), y don Juan Carlos le hizo un sorprendente comentario: "Saeta, estás haciendo poco, ¿eh?". Di Stéfano, hombre de sangre caliente, le contestó: "Andate a cagar, nene". Años después, el Presidente de Honor madridista afirmó en su biografía Gracias, Vieja que sólo le había replicado con un escueto "¡Aaaahhh!".

Resultado.

¿Y el duelo ante el Servette? El Madrid tuvo que sudarlo. Su primera alineación en la competición que ha ganado nueve veces fue: Alonso; Navarro, Oliva, Lesmes; Muñoz, Zárraga; Molowny, Pérez Payá, Di Stéfano, Rial y Gento.

Los blancos se toparon con una telaraña defensiva (al Servette lo entrenaba Rappan, el inventor del cerrojo en el Mundial del 38) y hasta el 74' no pudo el capitán, Miguel Muñoz, marcar con un disparo flojo que sorprendió a Ruesch. Rial remató la faena en el 89 y el Madrid cerró su estreno en la Copa de Europa con nota. Por si había dudas, en la vuelta se pasearon con un 5-0 en el Bernabéu con tantos de Di Stéfano (2), Joseíto, Rial y Molowny.