Hasta el rabo, todo es toro. Así de conciso fue Claudio a la hora de resumir el empate visto ayer en el Martínez Valero. Mereció más botín su equipo, sobre todo tras una gran primera parte en la que acumuló hasta nueve oportunidades de gol, pero el conjunto charro sacó petróleo de donde más le duele al Elche: su defensa. En cinco acercamientos, dos goles, uno anulado, un balón al palo y un disparo al exterior de la red. Con ese guión, bien vale un punto para los ilicitanos,que dadas las circunstancias del choque, esperan tomar como lanzadera este resultado a las puertas del primer derbi de la temporada ante el Levante. El Salamanca, por su parte, salió reforzado del encuentro, más que por el marcador por las sensaciones y la buena imagen ofrecidas.

El partido comenzó marcado por la revolución de Claudio en su once con hasta seis caras nuevas. Martí Crespí, Carleto, Generelo, Javi Lara y Saúl tiraron del carro y fueron de lo más entonado durante el primer acto. La pelota fue del Elche y el Salamanca aguantó como pudo el chaparrón de agua y ocasiones que le caía encima. Biel Ribas, su portero, fue el más destacado y provocó que la portería se le hiciese pequeña a los atacantes ilicitanos, especialmente a Jorge Molina. El delantero franjiverde lo dio todo pero no tuvo su día de cara al gol. Nunca mejor dicho, su pólvora estaba mojada. Ante el aluvión de oportunidades, emergió Salva Sevilla. Hizo polvo por su banda a Óscar Rubio. Primero avisó a la media hora y un minuto antes del descanso sentó a dos rivales para terminar batiendo, sin ángulo y por debajo de las piernas, a Willy Caballero.

La segunda parte comenzó como la primera. El Elche volcado hacia la portería rival, acumulando oportunidades,y el Salamanca, a lo suyo. Primer acercamiento y gol. Despotovic consiguió cogerle la espalda a los centrales para plantarse ante Caballero. El portero del Elche le ganó el mano a mano pero el balón salió rebotado a la cabeza de Linares que, de cabeza y desde fuera del área, sólo tuvo que darle la dirección adecuada al balón para que entrara mansamente en

la portería local.

Reacción. El golpe fue duro y los ilicitanos trataron de despertar. Claudio lo hizo con los cambios, dando entrada a Perera y Jandro, aunque el equipo se desdibujó y hubo un momento en el que dio la sensación de sentirse derrotado. Pero rugió la afi ción y emergió la fi gura de Carleto que, de falta directa, redujo distancias con su Carletazo, desde 25 metros, y dio opción a que, con el tiempo cumplido, Santos cabeceara a la red un excelente centro de Juli. Al fi nal, el bagaje es de sólo un punto pero éste sirve de infl exión para romper el gafe y encarar el resto del campeonato.