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betis-recreativo la opinión de los entrenadores

Sergio García, rey del Betis

Partidazo del catalán, con dos goles incluidos. El Betis, que ya es segundo, recupera la sonrisa con otro 3-0 en casa. El Recre decepcionó en Heliópolis

<b>UNA GRAN PIÑA. </b>Los jugadores del Betis celebran el segundo tanto, obra de Sergio García, que dejó el encuentro prácticamente sentenciado.
UNA GRAN PIÑA. Los jugadores del Betis celebran el segundo tanto, obra de Sergio García, que dejó el encuentro prácticamente sentenciado.morenatti y toni rodríguez

Dicen que en Segunda debes tener un equipo experto en la categoría, eficacia en defensa y mucha pegada. Los que llaman ingredientes básicos para aspirar al ascenso. Por eso el Betis se ha aplicado en la materia y no quiere repetir curso. De momento, le falta cierta dosis de la primera asignatura, algo más de la segunda, pero de la tercera, la verdaderamente importante, está de matrícula. Y es que tener a Sergio García en tus filas es sinónimo de goles y de mucha calidad. Da igual si el rival quiere jugarte de tú a tú (como el Recre), o se atrinchera atrás (como el Córdoba). El campeón de Europa tiene un cartel inmejorable y el Betis debe aprovechar hasta su última gota.

En el Recre la situación es distinta. Javi López había hablado de tener jeta y atrevimiento, pero su ideal se quedó sólo en palabras. Su equipo apenas tiró a puerta ni metió el miedo al Ruiz de Lopera. Parece que no conocía a su rival, porque está claro que este Betis tiembla atrás como una niña pequeña en la casa del terror. Y mala señal es que Colunga se desquiciara por la falta de oportunidades. Quizás vio que a su equipo le falta mucho para soñar con el ascenso, aunque tenga seis puntos, como el Betis.

Y es que a su rival sólo le bastó una contra de libro para cambiar el partido. Luego Sergio García hizo de pillo para provocar un penalti cantado desde varios segundos antes. El catalán vio venir a Mora pasado de revoluciones y engañó con un disparo que nunca llegó. Bueno sí, desde los once metros, donde el crack verdiblanco no perdonó ante Bernardo.

Ese gol, el primero que encajaba el Recre en esta Liga, hizo mucho daño al equipo de Javi López. Colunga andaba perdido y no encontraba conexión con sus compañeros. Pero al asturiano no le hace falta tanta ayuda para asustar al rival. En un error garrafal de Damiá, el ex de Las Palmas, previo túnel incluido a Arzu, se plantó ante Goitia y falló por inventar una vaselina muy complicada.

Pudo ser un antes y un después en el partido, sobre todo en la moral albiazul, que quedó minada con la lesión de Emilio Sánchez, su futbolista más creativo. Porque el Betis se creció aún más, se creyó por momentos el mejor de Segunda y dio minutos de buen fútbol. Y de lección al contragolpe. Hacía tiempo que por Heliópolis no se veía un Betis tan vertical, quizás tenga parte de culpa la categoría en la que se encuentra. Ahora, en el infierno, los verdiblancos sacan a relucir su fantástica pegada. Porque tener a Sergio García y Pavone, para Segunda, no está al alcance de cualquiera.

Antes del descanso, los pupilos de Tapia dieron otro zarpazo. En una jugada rara, Bernardo salió fuera del área, no despejó bien y el balón cayó en los pies de Sergio García. El catalán, a pesar de tener la portería a 30 metros y dos rivales por delante, elevó el balón al cielo de Heliópolis y cayó como un misil en las redes del Decano. Puede que otro enviara el balón a la Ciudad Deportiva, o al mismo Gol Sur. Pero para desgracia del Recre, y de los otros 20 rivales de Segunda, Sergio García no es uno más. De momento, ya es el máximo artillero de la Liga.

La grada tenía ganas de fiesta, sin olvidar el famoso cántico sobre Lopera ("¡Vete ya!"), ni los pitidos al suplente Emaná (jugó diez minutos), hasta que guardó fuerzas para otra ocasión. El resultado permitió al Betis dormir el partido, aunque le pudo costar caro, sobre todo con un gol a Colunga que el asistente Íñigo Eguiguren anuló. Sólo él pudo ver si el asturiano estaba o no en fuera de juego, porque la televisión no ha llegado aún al Betis.

Con todo decidido, el incansable Pavone (sólo le faltó el gol) recuperó uno de sus centros maestros para que Caffa, en el primer balón que tocaba, cerrara el marcador. Fue el fin de fiesta en el reino de Heliópolis, donde, por ahora, Sergio García es el que manda. Porque el Betis ya tiene un nuevo rey.

El estadio pitó a Emaná tras su regreso

Una de las caras nuevas en el partido fue Emaná. El camerunés regresó a una convocatoria tras su viaje para jugar con su Selección (con funeral del padre incluido) y tuvo que escuchar una sonora pitada de la afición, que no perdona sus desvaríos. Luego, sobre el campo, no tuvo tiempo para brillar.