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Liga BBVA | Tenerife

Alejandro Alfaro: "No me siento menos que nadie"

Ya se percibe en la distancia que el atacante es uno de esos futbolistas especiales para la feligresía local, un icono, un indiscutible referente a los ojos de la grada y el aficionado. Pero tal sensación crece en la cercanía de una entrevista como la de ayer, cuando volvió a la SER.

Manoj Daswani
<b>ÍDOLO DE LA AFICIÓN. </b>Alfaro se confesó ayer ante los oyentes de la Cadena SER en Tenerife.
miguel barreto / acan

Alejandro Alfaro destapó ayer sus sensaciones y vivencias de un verano que define como "tranquilo", aunque la sucesión de los acontecimientos revele ajetreo y dudas. "Estuve de vacaciones y logré desconectar, pero es cierto que mi situación cambió muchísimo de un mes a otro", apuntó el onubense, quien explicó que pasó de "ser intransferible a ser cedido". "En principio se habló de que no me dejarían salir por ningún medio y tuve la ilusión de trabajar duro en pretemporada para hacerme un hueco", apuntó. Luego, la realidad le dio esquinazo. "Las cosas empezaron a no ir como yo quería a medida que veía como iban firmando gente (parar el Sevilla) y la cosa se puso fastidiada para mí, un futbolista con ambición y con sólo 22 años", prosiguió.

"Si algo tenía claro es que quería jugar y seguir mi progresión", afirmó Alfaro, para quien entonces llegó el momento de describir "los instantes más gratos de los últimos meses". "Fue el reencuentro con la Isla y la afición, algo que terminará de consumarse este domingo cuando vuelva a pisar el césped", dice, ansioso de que sean las cuatro de la tarde y el balón eche a rodar. "Tengo unas ganas increíbles", confiesa el andaluz, quien está "agradecidísimo" al Tenerife. "Su interés en mí nunca se apagó", sentencia.

Vuelve en ese momento la conversación al punto de su venida. "Yo no me considero menos que nadie, y menos en algo como el deporte, como existe la competencia sana; pero Negredo venía del Madrid y se habían pagado 15 millones por él", cuenta, sincero. "Su llegada fue como una puerta que se me cerraba", concluye, consciente de que ante el ex del Almería partiría en inferioridad de condiciones. Llega Negredo, sí, y sale Alfaro. "Ya me había despedido del Tenerife con la sensación de que algún día volvería, y ese día llegó".

No oculta el goleador que pasó en la Isla "el mejor año" de su carrera deportiva. "A este club y a esta ciudad les debo mucho", asegura, pues percibe que aquí se lo han dado todo. "No hay palabras para definir lo que siento hacia la gente de Tenerife", expone Alejandro, quien en ningún momento perdió el contacto con los compañeros ni con el entrenador. "Con el míster hablé también en verano y me hizo saber su confianza y su aprecio hacia mí", agrega el tinerfeñista, quien no especula cuando habla de futuro. Ni ofrece cifras cuando se le pregunta por los tantos que va a marcar ni tampoco cuando se le plantea la necesidad de que emerja de nuevo como asistente de oro, ahora en Primera. Mucho menos, obviamente, habla de más allá. "Mi techo no sé dónde está, soy joven y quiero seguir creciendo", afirma. Y lo hace sin olvidar de dónde vino ni hacia dónde va. Ha dicho Miguel Concepción que en junio hará lo imposible por quedárselo para siempre, "pero para eso queda mucho todavía". "Vamos a vivir el presente", receta. El domingo, día del ansiado reencuentro, está muy cerca.

Pudo charlar con Pau Cendrós

Durante su visita a los estudios de Radio Club, Alfaro recibió la llamada en directo de su hermano Pau Cendrós. Iba a ser una sorpresa, pero el onubense se adelantó y lo descubrió en el guión. Luego, la conversación dio mucho de sí y el balear afirmó haber tenido una oferta de Santiago Llorente para prorrogar una campaña más su cesión en el Tenerife. En este caso, contó el lateral, pesó más lo profesional que su amor por la Isla y decidió rechazar la propuesta.