Liga Adelante | Betis
"Ya estoy aquí y sólo quiero jugar con el Betis"
Emaná llegó, vio a Lopera y no descarta jugar contra el Recreativo
Tras la tempestad llegó la calma. El pasado 31 de mayo se consumó el descenso del Betis a Segunda. Sólo un día después, Achille Emaná ya estaba pidiendo su salida con destino a cualquier equipo de Primera. Y parecía que sería cuestión de tiempo, pero las ofertas que llegaron no convencieron a Lopera. Ahora, el camerunés tiene que quedarse y además convertirse en el líder del equipo para buscar el ascenso. Y además todo ocurre como si nada. Después de llegar a Sevilla se fue a ver al máximo accionista y tras la extensa reunión, la felicidad al completo. Emaná está muy feliz por quedarse.
"He venido para hablar con Don Manuel sobre las cosas que se han dicho este verano. Lo hemos solucionado todo. Estoy aquí y quiero jugar con el Betis. No hay ningún tipo de problema y estoy a plena disposición del entrenador", dijo el futbolista verdiblanco, que dejó abierta la opción de jugar incluso mañana "Vengo de jugar dos partidos con mi selección y ser titular en los dos. No tengo ninguna molestia ni ningún problema físico y si el entrenador dice que me calce las botas para salir a jugar contra el Recreativo, lo haré sin problema. Estoy comprometido con el Betis". Por último descartó incluso la opción de salir en el mercado invernal: "No es un tema sólo mío, pero quiero seguir esta temporada, completarla hasta el 30 de junio para intentar devolver al Betis a Primera".
Gesto serio, reunión en Jabugo y jamón para cenar
Todo el mundo esperaba la llegada de Emana y así se produjo a eso de las 18:00 horas. El camerunés voló el jueves desde Yaoundé, capital de Camerún, hasta París y ayer mismo lo hizo desde la capital francesa hasta Sevilla. Aterrizó acompañado por su representante, Herve Tchinda, y un par de familiares más. Sin hacer declaraciones y con gesto serio se marchó hasta su domicilio sevillano donde descansó por espacio de dos horas y después se fue a ver a Lopera a la calle Jabugo. Entró en las oficinas del máximo accionista a las 20:20 horas. Nada más entrar jamón para alegrar la reunión y buenas caras entre los dirigentes y el séquito del futbolista. A eso de las 22:30 horas abandonó la casa del consejero delegado con las ideas mucho más claras.