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Garay

"Le diré a Cristiano que me deje tirar una falta..."

Ezequiel Garay(Rosario, 10-10-86) llegó en verano casi de tapadillo al Madrid de Florentino tras fichar en 2008 y acabar su cesión en el Racing. Tuvo dudas sobre su continuidad, pero ahora avisa: "No desaprovecharé esta oportunidad".

Garay
felipe sevillano

Decía en pretemporada que estaba nervioso porque no veía claro quedarse en el equipo. ¿Ya está más tranquilo?

Claro que sí, pero todo venía porque mi temporada pasada con el Racing no fue buena. Tenía que jugármela este verano para convencer a Pellegrini y a los nuevos directivos. Me llegaban rumores de que muchos equipos querían mi cesión y aunque el club me lo confirmó, me dijeron que contaban conmigo. Eso me dio muchísima más fuerza para seguir.

¿Se ha sentido un poco como el 'patito feo' de las nuevas incorporaciones?

Ni mucho menos. Me siento muy importante en este plantel. Mi adaptación ha sido rápida. Estoy disfrutando de lo que es el Madrid, de la oportunidad que me ha dado Pellegrini y no pienso desaprovecharla.

¿Le perjudica ser un fichaje de Ramón Calderón?

No. Venga uno como venga lo importante es lo que hagas, y cumplí este verano como para ganarme una plaza.

¿Cómo ha sido aterrizar en un vestuario lleno de cracks?

Fue un cambio importante. Yo hasta ahora jugaba en clubes de barrio, como decimos en Argentina, y de repente llegar al club más importante del mundo... Fue difícil llegar, pero más aún va a ser mantenerse.

Dijo en Argentina que al principio, cuando se encontraba con Cristiano, le daba timidez. ¿Ya se le ha pasado?

Es que cuando ves a un jugador así delante y te encara por primera vez en el entrenamiento... pues te da algo de miedo (sonríe). Pero con los días todo se normaliza.

Hablemos de sus primeras sensaciones. Ante el Depor jugó los 90 minutos...

Mi debut fue como lo había soñado, con el Bernabéu lleno. Ya había jugado ahí como visitante y es impresionante. Ahora pude hacerlo con la camiseta del Madrid y me sentí muy orgulloso. Además, estaba mi familia en el estadio apoyándome y sabía que las cosas me iban a salir bien.

Estuvo tres años y medio en el Racing. Allí se movía en un sistema defensivo más cerrado. En el Madrid los centrales juegan sin red...

Lo sé, soy consciente. En el Racing defendíamos arropaditos. Esto es distinto. Los jugadores tienen otras características, debemos atacar siempre e ir a por todas en el Bernabéu y fuera. Eso hace que los defensores tengamos más problemas porque hay que defender lo más arriba posible.

¿Conoce la maldición de los centrales en el Madrid?

Sí, me lo han dicho. La gente es muy exigente. Es una posición complicada pero soy consciente y me veo preparado.

Hablando de Pellegrini. El jueves les dio un toque público a usted, Diarra e Higuaín por empezar unos minutos tarde el entrenamiento. ¿Les echó luego la bronca?

No. Le dijimos que estaba mal el reloj del vestuario, que iba cinco minutos atrasado y que el suyo estaba dos o tres minutos adelantado (se ríe con un gesto cómplice). Tuvimos que cambiar el de abajo...

El chileno transmite una imagen amable pero el otro día dijo en AS que el tenía la autoridad. ¿Es más 'sargento' de lo que parece?

No... Es muy entrenador. Tiene la virtud de saber tratar muy bien a sus jugadores, sabe cuándo uno está mal o cuándo bien. Se agradece que tu técnico esté encima tuya.

La temporada pasada usted recibió muchas críticas. ¿A qué se debió su mal año?

Tampoco fue tan malo, fue una temporada regular. Una de las causas fueron las lesiones, que me hicieron llegar a los Juegos de Pekín muy justo. Después del mes en China fui a Santander y sin hacer pretemporada tuve que jugar. Se me hizo muy duro. Ese verano me pasó luego factura.

Se le acusó de tener la cabeza en el Madrid...

No, yo ya dije que en ningún momento pensé en el Madrid, sólo en el Racing y en defender la camiseta del club que me dio la oportunidad de hacerme un nombre en Europa.

Extraña que haya sufrido tantas lesiones musculares con apenas 22 años...

Son cosas que pasan, las malditas lesiones.

El madridismo empezó a conocer a Garay en 2006. El Racing cayó 3-1 en el Bernabéu pero a usted le salió un golazo de falta por la escuadra...

Fue muy bonito. Me supo mejor por ser mi primer partido en un escenario así. Se me dio muy bien el Madrid, al año siguiente le marqué dos goles de penalti y el Racing ganó 2-1.

¿Va a intentar tirar alguna pese a que esté Cristiano?

Le diré que me deje lanzar alguna falta. Tengo personalidad en la cancha e iré a pedir esos balones, ya sea de falta o incluso de penalti. Alguna vez me acercaré a pedírselo.

¿Cree que le dejará?

¡No lo sé seguro! (se ríe). Tengo la esperanza de que algo me deje.

El verano pasado, antes de firmar como madridista, se dijo que estaba a un pasito del Barça, ¿qué pasó?

Fueron negociaciones que ni yo sé por qué se cayeron, y a día de hoy sigo sin saberlo. Pero eso es el pasado, ahora estoy muy feliz en el Madrid.

Se enfrentó tres veces a Etoo y nunca le hizo gol. A diferencia de Casillas, ¿usted sí que prefería que hubiera seguido él en vez de Ibrahimovic?

Con la llegada de Ibra el Barça perderá mucho. Sobre todo al presionar. Ahí Etoo era importantísimo porque era muy molesto para los centrales. Era un dolor de cabeza.

Si tuviese que entregar un galardón a Messi o a Cristiano. ¿A quién se lo daría?

Cuando me preguntan cuál es el mejor jugador de todos, digo que Leo. Desde la primera vez que lo vi con Argentina Sub-15 hasta hoy me sigue sorprendiendo. No tiene techo.

¿Y cómo es Garay fuera de los terrenos de juego? Dicen desde Santander que lleva una vida casi de monje.

Soy muy casero y de andar con la familia. No me gusta la noche, es muy peligrosa.

¿Cómo es su familia? Creo que tiene un hermano pequeño que la rompe...

Mi padre, Gregorio, también jugó, pero su época fue dura y tuvo que ponerse a trabajar. El crack es mi hermano Benjamín. Tiene nueve años y va a ser muchísimo mejor que yo. Es mediocentro, un 5 argentino de toda la vida.

Hablando de Argentina, usted es 'leproso'. Explíqueselo a los lectores de AS.

Así llaman a los hinchas de Newell's Old Boys, el club de mi ciudad, Rosario, donde yo me inicié. Los llaman así porque a principios de siglo tenían que jugar un partido benéfico con el otro equipo de la ciudad, Rosario Central, para un hospital que trataba la lepra. Como Newell's aceptó jugar, su apodo es "los leprosos" y como Rosario no quiso, ellos son "los canallas". Me hubiera gustado jugar más en Newell's porque sólo lo hice en 13 partidos antes de venir a Europa.

Se marchó siendo un héroe. Newell's le ganó el clásico a Rosario Central con un gol suyo... ¿con la espalda?

Sí. ¡Desde entonces lo llaman el Día del Espaldarazo! (ríe). Estoy muy orgulloso porque además toda mi familia es de Rosario Central.

¿Es verdad que pudo llegar al Castilla hace años?

Algo hubo. Cuando jugué el Mundial Sub-20 me comentaron mis representantes que el Madrid me estaba siguiendo.

Pepe seguirá tres partidos más sancionado. ¿Es su gran oportunidad?

Sí. Pepe es muy bueno y cuando vuelva será titular seguro. Por eso digo que hay momentos que hay aprovechar, y éste es el mío.