El Girona despertó a tiempo para arañar un buen punto

Una parte para cada uno. Así podría definirse el segundo asalto del derbi catalán de la categoría. Nàstic y Girona empataron ayer a todo: a goles, buen juego e, incluso, a pájaras. Primera parte para los tarraconenses que, a base de fútbol y orden, apabullaron a un rival muy tierno que parecía, sólo parecía, asustado.

Bastaron dos gritos de Cristóbal en el descanso para que su equipo saliera de otro modo. Con otro aire. En definitiva, sin complejos. El primer acto dejó esa sensación de que se estaba cumpliendo el guión. No es que hubiera demasiadas ocasiones, pero sí que el Nàstic se estaba mostrando más llegador y peligroso. El gol grana llegó, además, en un minuto (el 34) casi psicológico, lo que hacía presagiar un hundimiento anímico del conjunto de Cristóbal. Pero nada más lejos de la realidad. El tanto, por cierto, llegó después de que Morán empujara un centro desde la derecha de José Mari.

Pero más allá del gol, el juego de los unos y la pájara de los otros, merece la pena dedicarle unas líneas a Walter. Magnífico, talentoso y muy, muy, prometedor. Les recordará, salvando las muchas distancias que hay, a Messi. Desborde, velocidad y habilidad técnica. Si a eso le sumamos el desparpajo que tiene a sus sólo 20 años, señores, tenemos futbolista con mayúsculas.

Y en la segunda mitad, lo dicho: el Girona despertó y recordó más al equipo del pasado miércoles. Adelantó sus líneas y se fue a buscar al Nàstic a su propio campo. Dorca, Matamala y Gerard empezaron a carburar -en los 45 minutos anteriores fueron anulados por un enorme Miguel Ángel- y eso repercutió en el colectivo. Es cierto que el empate llegó tras una jugada algo extraña, pero el Girona, como el Nàstic en la primera parte, hizo sus méritos para lograrlo.

Locura.

El partido terminó de la forma que más gusta al aficionado y que menos agrada a los técnicos: siendo de ida y vuelta. Al final, sin embargo, empate que sabe a gloria en el bando gerundense y que deja algo frío al tarraconense. El triunfo de Murcia no tuvo ayer continuidad: el Girona lo impidió.

César Ferrando "Su gol nos puso algo nerviosos"

Hicimos una buena primera parte, pero por desgracia estuvimos espesos y nerviosos en la segunda. En la primera tuvimos mucho criterio y paciencia. Dimos la de cal y la de arena. Perdimos muchos balones y eso creó nerviosismo. Costaba mucho entrar en el partido. El equipo se puso nervioso con el gol del Girona. En dos partidos tenemos cuatro puntos. No está mal. Tenemos que tener paciencia que esto es muy largo y sólo estamos al principio. Cada día, cada jornada, el equipo estará mejor e irá a más. Ahora cabe pensar en el partido de la Real Sociedad".

Cristóbal Parralo "Pudimos marcar alguno más"

Hicimos una buena segunda parte. El equipo fue a buscar la victoria en todo momento. Nos faltó frescura, pues llevamos tres partidos dentro de una misma semana. Eso siempre pasa factura a todos los equipos. El Nàstic estuvo más competitivo en la primera, y nosotros, en la segunda. Utilizamos la pretemporada para trabajar y a día de hoy tenemos las ideas muy clara. Los jugadores tienen todos muy buena disposición. En la segunda mitad, incluso, hicimos méritos para marcar algún otro gol. Matamala y Dorca hicieron un trabajo fenomenal. Estoy feliz".