El Albacete Balompié consiguió los tres primeros puntos de la temporada merced a un gol de Sousa en el minuto 70 y a la destacada actuación de dos de los últimos fichajes del equipo blanco, Hidalgo y Altobelli, ante un Real Unión que dejó muy buen sabor de boca en el Carlos Belmonte.

El equipo de Pepe Murcia salió muy concentrado. Un ejemplo fueron las dos ocasiones de las que dispuso en los primeros minutos. En la primera, una jugada de Sousa tras varios rebotes, fue a parar a los pies de Callejón, quien, en óptima posición, lanzó el balón alto. Y dos minutos después fue Stuani el que, en un cara a cara con Jaúregui, meta del Real Unión, no supo definir.

El Albacete era el que dominaba ante un Real Unión estupefacto que no se esperaba esa avalancha de oportunidades. En el minuto quince, una falta lanzada por Antonio López rozó el larguero y hacía sudar una vez más al bombardeado Jaúregui.

El Real Unión no se acercó hasta el ecuador de la primera parte y lo hizo, primero, con una falta que lanzó Goikoetkea alta y, después, con un remate de Juan de cabeza que se marchó a la derecha de la portería que defendía Notario.

En el minuto 23 se cantó gol en las gradas albaceteñas, aunque para tristeza de la parroquia blanca, la culpa la tuvo el efecto óptico. El uruguayo Stuani lanzó desde el vértice izquierdo del área unionista un misil que besó las redes pero por el lateral de la portería.

Antes del descanso, se produjo la jugada más espectacular de la primera mitad. Stuani robó un balón en tres cuartos de campo del Real Unión, se marchó de Josu Iglesias, y su disparo al palo largo lo sacó Jaúregui con una felina estirada.

En el comienzo de la segunda parte, el Albacete se contagió del fútbol tosco del Real Unión y no supo manejar a un equipo vasco que tuvo sus mejores minutos en los albores de esta segunda mitad.

Antonio López desperdició en el minuto 54 una gran ocasión en una internada por la banda de Kike que López golpeó sin acierto.

El Albacete se mostraba muy impreciso a la hora de sacar el balón jugado, aunque la versatilidad de hombres como Callejón le profería al equipo castellano-manchego el plus de peligrosidad. Sería éste, precisamente, el que gozaría de una oportunidad en el minuto sesenta y dos que Josu Iglesias desvió lanzándose por el suelo.

Al equipo vasco le valía el resultado pero a los locales no, lo que motivó un doble cambio ordenado por Pepe Murcia que viró el rumbo del encuentro. La entrada de Hidalgo y Altobelli impuso una marcha más al equipo, hecho que se palpó a los tres minutos de entrar ambos jugadores. Una internada en el área de Altobelli con centro atrás a la llegada de Sousa fue rematada por éste a gol tras dos intentos. Era el primer gol del Albacete en la temporada.

De aquí al final, el equipo blanco pudo ampliar el marcador en varios contragolpes que no culminaron por poco en gol frente a un Real Unión que creó bastante peligro en los balones aéreos pero que no tuvo tino de cara a gol.