Argentina se encomienda a Messi

Por fin llega. Este Argentina-Brasil promete ser más picante que cualquier otro clásico suramericano. Brasil podría pegar el golpe mortal a las esperanzas argentinas para clasificarse para el Mundial y lo saben. "Argentina está desesperada para ganar", afirmó Felipe Melo. Desesperada también está la gente de Rosario por ver el partido. Para buscar más ventaja como local, la selección ha dejado el Monumental de River.

Quince años después, la selección vuelve a Rosario. Será la bienvenida a casa para Messi, buque de insignia de Argentina, que tendrá la responsabilidad de guiar a su selección. Argentina se ha encomendado a La Pulga, que tendrá como compañero de ataque a Tévez. Enfrente, estará su rival tanto de selección como de club, Brasil mira hacia el madridista Kaká para su inspiración. Maradona va a sorprender con una pareja de centrales inexperta: la de Vélez. Otamendi apenas ha jugado tres partidos con la albiceleste; Domínguez debuta.

Su propia agua. Brasil llegó a Rosario con su propia agua porque como señaló Dani Alves, "hay que prevenir", en referencia al Bidón de Bilardo, cuando los argentinos dieron agua con somníferos a Branco en el Mundial 90. No se descartan artimañas previas

Se estrena el duelo en el banquillo, ambos capitanes de su selección que han levantado la Copa del Mundo. Desde Brasil, el técnico afirmó que son entrenadores "diferentes en todos los sentidos". Desde Argentina dicen que Brasil "tiene la cara de Dunga, no juega jogo bonito". Otro capítulo está por escribirse. Brasil, líder del grupo, lleva una racha de 17 partidos sin perder. Argentina busca la clasificación para el Mundial. Es el mayor reto de Maradona.