"Yo estoy bien, lo que quiero es vivir tranquilo"

Cómo estás, Raúl? Cae la tarde en el CAR de Sant Cugat, ayer. El equipo ha pasado el día allí buscando afinar la puesta a punto. Doble sesión repartida entre fútbol y monte. -Bien, estoy bien.

El 23 blanquiazul se sincera: "No puedo controlar lo que dicen los demás. Yo no me moví de mi sitio y de mi realidad, que es que tengo este año de contrato aquí. Le dije a mi representante (Tomás Durán) que me llamara sólo si llegaba una buena oferta". Le interrumpimos: de haber llegado, su salida hubiese producido siempre con el consentimiento del Espanyol. "Por supuesto", fue su respuesta.

¿Y ahora? Tamudo no duda: "Yo estoy bien, lo que quiero es vivir tranquilo. Y jugar una buena temporada. Y meter muchos goles. Y ayudar al equipo". ¿Y después del 30 de junio de 2010? Tamudo se encoge de hombros: "Hay dos posibilidades. Una, continuar aqu otra, buscarme la vida fuera".

Le pedimos que despeje un rumor que nunca creímos: si pasa por su cabeza dejar el fútbol si el Espanyol no le renueva. "No, no me lo he planteado. Pienso seguir jugando".

Mi impresión es que con el cierre del mercado a Raúl se le ha quitado un peso de encima. De su posible marcha se habló mucho, sus tres goles al Málaga y sus brazos al viento con Montjuïc gritando su nombre sonó a despedida segura que no se produjo.

"No me lo planteé. ¿El Betis? Sí, es cierto que me llamaron. Ya le digo: estuve siempre centrado en lo mío y eso es mi contrato con el Espanyol. El resto es lo de siempre: uno no puede controlar lo que se habla fuera; yo no abrí la boca".

Punto seguido por tanto a la historia entre Tamudo y el Espanyol, la de uno de los dos/tres jugadores más importantes de su centenaria historia, cuyo final deberá ser siempre por la puerta más grande. La situación por tanto se archiva hasta dentro de ocho meses, los que van de aquí a mayo, final de la Liga. Porque verle salir en el mercado de invierno se hace difícil.

¿Qué puede suceder entonces? De momento no hubo acercamiento alguno del club para hablar de la prórroga de su contrato. Tamudo es gol y la cifra que consiga este curso tendrá mucho que ver en su futuro, aquí o fuera.

No engaña.

Pero nada de eso parece preocuparle a día de hoy. Tiene los cinco sentidos puestos en mejorar su condición física, y por supuesto anímica, y la mirada fija en el partido del sábado 12 con el Real Madrid. Ayer le vimos entrenar en la sesión de tarde y no hubo sorpresa: es el Tamudo de siempre, el tipo entregado a la causa, la de un equipo que tiene fútbol y hambre. Hombre/mujer: el disgusto por lo de la capitanía perdida lo lleva encima; lo sabemos y no quisimos hurgar en la herida.

Se trataba de tener un breve cambio de impresiones con él. De saber cómo respiraba tras confirmarse que se queda. Le escuchamos lo que queríamos escuchar: "Estoy bien, lo que quiero es vivir tranquilo". Lo conseguirá, seguro. Y será tan bueno para él como para el equipo. Raúl Tamudo Montero no se mueve de su casa. Gran noticia. Y suerte.