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Europa League | cuarta ronda (vuelta) | Valencia 4 - Stabaek 1

A Miku le sobra con dos minutos

El venezolano se reivindicó con tres tantos. Victoria del Valencia jugando a medio gas. Hoy, el sorteo.

H. Ballester
<b>ESTRENO A LO GRANDE. </b>Miku es felicitado por sus compañeros tras uno de sus goles en el que fue su primer partido de competición europea.
ESTRENO A LO GRANDE. Miku es felicitado por sus compañeros tras uno de sus goles en el que fue su primer partido de competición europea.

Dos minutos justificaron toda una noche. Dos minutos fueron suficientes para tumbar al Stabaek. Dos minutos valieron la pena por toda una eliminatoria insulsa. Dos minutos resumieron todo el fútbol que un jugador lleva dentro. Dos minutos disiparon cualquier duda sobre su valía. Dos minutos recompensaron muchos años de sufrimiento anónimo. Dos minutos unieron en el mismo grito de celebración Venezuela y España, Caracas y Valencia. Porque dos minutos le bastaron a Miku para demostrar que es un delantero de nivel, que tiene sitio en este equipo; porque en ese suspiro temporal mostró potencia, velocidad, disparo, violencia en el remate, sutileza en el regate... porque en dos minutos dejó atrás a un central a la carrera y tumbó al portero con un golpe de cintura. Porque esos dos minutos, los que fueron del 28 al 30, alegraron Mestalla durante un rato, pero estarán en la memoria del atacante para el resto de su vida. Y el chaval se lo merece.

Porque el partido no daba mucho más de sí, estaba todo el pescado vendido antes de empezar, pero algunos se juegan la vida en cada envite porque tienen pocos envites en los que demostrar que tienen vida en este Valencia. Y era el caso de Miku, que había lucido en la pretemporada pero sin ver puerta y que se llevó el disgusto del verano cuando Emery se lo limpió de la citación en la ida. El de anoche, quizás, era su último tren y se subió en dos minutos. El fútbol tiene sus reglas y el delantero vive del gol, se le califica por su hoja de servicios anotadora y al venezolano le faltaba eso. Pero hizo dos en un plis plas, disipó la duda y encima mostró suficientes argumentos para que, cuando le falle el acierto, siga teniendo crédito. Regates de fantasía (minuto 6), asistencias (a Zigic en el 25') y paredes milimétricas con Mata. Todo eso al margen de dos goles antagónicos, casi pertenecientes a jugadores distintos, pero obra de un mismo ariete. El primero, tras carrera desbocada y violento latigazo. El segundo, bailando en una baldosa del área para deshacerse de todos y darle un sutil pase a la red. Para que el recuerdo de su gran noche tuviera forma de un balón en su vitrina, Miku completó su hat trick en el 79', culminando una gran cabalgada de Olcina.

Fue la mejor noticia de la noche, porque del resto ya había noticias de sobra, no se examinaban y se limitaron a cumplir con pulcritud sin más. Sólo la defensa dejó sombras en varias ocasiones, quizás por la falta de tensión, quizás porque no estaban compenetrados o quizás porque sigue siendo la línea menos fiable. El caso es que el Stabaek aprovechó uno de los agujeros para hacer su gol del honor.

También Zigic.

Tras encadenar el Valencia hasta diez llegadas en el primer acto, el segundo se vino abajo entre el calor, el lamentable césped (pintado), la poca intensidad y la ausencia de botín en juego. Joaquín fue el que más apareció y de sus botas nació la asistencia para que Zigic le diera lustre a su actuación con el 3-1. Olcina se unió a la fiesta, pero con discreción y para realzar un poco más la figura de Miku, que hizo su primer hat trick como ché. Posiblemente, no será el último.