Liga BBVA | Tenerife
Alfaro y Dinei se unen al proyecto blanquiazul
Se confirmaron ayer dos nuevos fichajes. Uno es un viejo conocido de la afición blanquiazul, el otro es toda una incógnita. Después de arduas negociaciones, Miguel Concepción informó de la llegada de los jugadores que vienen a mejorar la parcela ofensiva. Oltra respira más aliviado.
Miguel Concepción, presidente del Tenerife, fue el encargado de confirmar lo que en los últimos días era tema de portada en todos los medios de la Isla: las llegadas de Alfaro y Dinei. El máximo mandatario blanquiazul informó a la salida de la Basílica de Candelaria que el onubense y el brasileño llegarán hoy para reforzar al equipo que entrena José Luis Oltra. Irradiaba satisfacción el presidente ya que en las últimas horas se habían intensificado las negociaciones y al final hubo "fumata blanca". "Les puedo anticipar que ya existe acuerdo con Alejandro Alfaro y también con el Sevilla", contó Concepción. "Nos ha salido más caro que la vez a anterior", confesó, "pero es un jugador que era fundamental para el equipo y hemos tratado el tema con cariño y esfuerzo. Él se siente como en su casa, sabe lo que le puede aportar y es uno más de nosotros", expuso el directivo.
También avanzó que las negociaciones con Dinei tuvieron un final feliz. "No hay nada firmado, pero contamos con él y estamos a expensas de pasar las revisiones médicas y firmar todo para que el jueves esté con nosotros y pueda ser presentado". El presidente preciso que en principio no vendrá nadie más, "pero las puertas siguen abiertas, aunque a esta hora no hay novedades".
De todas maneras, Santiago Llorente, director deportivo, sigue trabajando en busca de mejorar la plantilla. Por eso, Concepción anticipó que si el club necesita algo más que reforzar, "se puede hacer un esfuerzo y el dinero se buscará de donde sea, pero como ahora mismo no hay un jugador, no es un problema económico. Si viene para aportar haremos el esfuerzo", insistió. Con este panorama, la opción de N'Gal queda prácticamente descartada ya que los cargos ofensivos empiezan a cubrirse con un viejo conocido y una cara nueva. Y Oltra respira más aliviado.