Filipe Luis
"Lo del Barça fue como un accidente de avión"
Filipe Luis ha roto su silencio. El lateral se había mantenido en un discreto segundo plano en los dos últimos meses, pero ayer ofreció ante los medios su visión de su frustrado traspaso al Barça, que calificó como "un accidente de avión" por la cadena de errores que hubo en la negociación.
¿Por qué ha guardado silencio durante tanto tiempo?
Ahora es el momento de hablar. Antes cualquier cosa que dijese, para un lado o para otro, me iba a perjudicar a mí y también al club. Estaba triste por la situación y no quería venir con una calentura y decir cosas que no van conmigo.
¿El momento más duro del verano fue cuando el Barça anunció el fichaje de Maxwell y le descartó a usted?
Era algo duro, porque uno tiene sueños, objetivos y ambiciones en la vida. Económicamente era otro nivel para mí, pero no fue el momento más duro, porque me alegraba por Maxwell. Me ayudó mucho cuando estuvimos en el Ajax y es como un hermano para mí. Había otras cosas más duras.
¿A qué se refiere?
Lo más duro era estar ahí y no saber qué va a pasar. No sabía si tenía que buscar un piso en otro lado, la gente te critica, mi familia estaba angustiada... Eso duele mucho.
¿Cómo está a día de hoy su situación en el Deportivo?
Yo voy a seguir en el Deportivo. No hay duda. Tengo que decir que si estoy bien hoy en día es gracias al cuerpo técnico, que me ayudó y me dio el apoyo que necesitaba. Fue un verano muy complicado, es la verdad. Salía de casa, volvía y tenía cuarenta llamadas en el teléfono. Aunque no quisiera pensar en eso, no podía.
¿Qué pasó para que ahora no esté en el Barcelona?
No fue una sola cosa. Fue como un accidente de avión. Pasaron miles de situaciones que piensas madre mía... Parece que es algo que no tenía que salir. Lo primero era que los medios lo sabían todo. Cuando Arbeloa se marchó al Liverpool, todo se supo después, así que cuando se habla demasiado de un tema, ya no pinta muy bien.
¿Por eso llegó a ir a Madrid para hablar con Lendoiro?
No pedí hablar con el presidente para forzar mi salida. Lo que pasa es que me sentía tratado injustamente. En mi cabeza, pensaba que mi cláusula de rescisión era mucho más alta de lo que cobro. Pedí hablar con Lendoiro para hacerle ver que pensara también un poco en mi futuro. El presidente se portó bien, aunque al final el tema no salió.
¿El Barcelona le utilizó para presionar al Deportivo?
No. A mí jamás me presionó nadie. Nunca me dijeron que tuviera que hacer algo para presionar a Lendoiro. Hablé con miles de personas en A Coruña y todas me decían que no hiciera eso. Yo no quise presionar en ningún momento. Sólo quería decir que llevaba tres años en los que me había dejado la piel y la vida por el equipo y en aquel momento no me sentía recompensado por eso.
¿Hasta qué cifra tiene constancia que se llegó?
Ocho millones. Mi representante habló de algo más, pero yo lo que tengo seguro es que llegó un fax por ocho millones.
¿Y cuál considera que puede ser su precio en el mercado?
Si miras lo que el Deportivo pagó por mí hace un año y lo que cobro, pues era un negocio muy bueno para el Deportivo. Si miras la proyección, igual podían pedir más. ¿Pero qué se paga por los laterales izquierdos? ¿Por qué jugador en mi puesto han pagado tanto dinero? Son preguntas que están en el aire. Cada uno tiene su precio y yo no sé el mío.
¿Sólo ha existido la posibilidad de irse al Barcelona?
Es que yo no me quería ir a otros equipos, porque estoy contento aquí. Mi representante me preguntó si quería ir a Ucrania o Rusia. Yo le respondí que allá no quiero ir. Luego estuve esperando que el Deportivo me llamase, me dijese que no pasa nada y que me quieren aquí. Eso no pasó, pero siento el cariño que tienen por mí. Eso me deja tranquilo.
¿Piensa que se expuso demasiado con su actitud por el interés del Barcelona?
Yo pienso que todo el mundo se expuso. Yo siempre tuve mucho cariño del club y de la afición, así que sabía que podía estar perdiendo eso haciendo lo que hice, pero era el futuro de mi vida. Cuando puedes ir a un club de esa dimensión, que lo gana todo, es que no hay palabras. Mi deseo era crecer como futbolista y crecer en un club para ser campeón. Es algo que en este momento no me puede dar el Deportivo.
¿Le preocupa que el tren pase una sola vez en la vida?
No lo veo así. El tren pasó porque yo trabajé y sudé la camiseta. Si vuelvo a hacer lo mismo, va a pasar otro. Es algo que depende de mí.
¿Quién es el culpable de que no saliera adelante la negociación?
Un culpable, no sé. Fuimos todos. El Barcelona, mi representante, el presidente, yo... Todos nos equivocamos. Fue una cadena de errores muy grande y no sólo perdí yo. Pienso que perdimos todas las partes.
¿El asunto le llegó a afectar psicológicamente?
Por un momento no estaba bien de cabeza y hablé con el psicólogo para que me ayudase. No le deseo a nadie lo que pasó conmigo. Antes que eso prefiero que no pase nada y que no llegue una oferta. Supongo que a Villa le habrá sucedido lo mismo.
¿Se ha deteriorado su relación con Lendoiro?
No está deteriorada para nada. Mi teléfono está encendido para una llamada y para zanjar el tema. Le debo mucho a Lendoiro.
Cuando pasa algo así, ¿uno va más triste a entrenarse?
Es que yo cuando entro en un campo para entrenarme estoy siempre contento, porque es lo que me gusta hacer. Está claro que ese tema me pasó factura, porque no fue una semana, sino dos o tres meses. Escuché demasiadas cosas que no tenía que haber escuchado. Luego la verdad es que estoy bien en el Deportivo y me quedo contento. Aquí tengo mi novia, mis perros, mi familia, un piso, me entreno, juego... Perfecto.
¿Ha denunciado al Deportivo ante la FIFA?
Yo no presenté una denuncia nunca jamás. No me voy a ir por las malas del Deportivo. Por una oferta que todos aceptemos, sí, pero no de la otra forma. No puedo jugar con esas cosas, eso no tiene sentido.
¿Hablará pronto con Lendoiro?
El presidente es un hombre de negocios, seguramente el mejor de España. Yo no soy un negociador, pero quiero que todo quede bien y que pueda entrar al campo con una sonrisa. También quiero ganarme a la afición dentro del campo.
¿Cree que ha quedado algún tipo de resquemor de la afición hacia usted por ese asunto?
He leído bastantes cosas, pero la afición no sabe en este momento lo que pasó entre las paredes. Entiendo perfectamente que se digan algunas cosas, pero repito que mi mensaje a la afición va a ser dentro del campo. Me los quiero ganar otra vez jugando.
Entre tanto revuelo, ¿la mejor noticia fueron las llamadas de Dunga para ir con Brasil?
Sí, fue pasar de cero a cien, del infierno al cielo. No hay una alegría en el mundo más grande que la que tuve con esas dos convocatorias. Igual sólo llega una vez la oportunidad, así que quiero ir para quedarme, hacer un gran fútbol y conquistar a Dunga.