El Athletic está de enhorabuena. No por su juego, que está siendo vulgar, sino por la aparición de dos futbolistas con talento ofensivo, dos jugadores con un protagonismo inesperado, Óscar de Marcos e Iker Muniain. El ex delantero del Alavés se ha ganado con sus goles (cuatro en seis titularidades) un puesto en el once. Actuó junto a Llorente frente al Barcelona y premió a Caparrós con un tanto. El jueves, ante el Tromsoe noruego, tiene boletos para jugar en la banda izquierda. El utrerano le sacó del campo sobre la hora para oxigenarle y prevenirle de problemas mayores en el talón de Aquiles.

De Marcos, que se llevó de recuerdo la camiseta de Xavi, ha hecho además diana ante Anderlecht, Arenas y Portugalete. Ningún león ha acertado más en verano. Sus padres, rojiblancos de pro, se frotaron los ojos en la grada ante sus progresos. Tiene el reconocimiento de la plantilla, como se pudo ver en el abrazo que le pegó Yeste al entrar al banquillo. Suple su timidez ante los medios con descaro en el campo. Que se lo digan a Valdés, a quien estuvo a punto de marcar una vaselina desde cuarenta metros. A sus 20 años, está ya bendecido por la patrona de Vizcaya, la Virgen de Begoña, a la que visitó ayer junto al resto de la plantilla en la misa de homenaje a los socios.

"La plantilla no está cerrada"

El Athletic no cierra las puertas a nuevos fichajes. Esta afirmación lleva la firma de Fernando García Macua. El presidente del Athletic se resistió ayer a dar por cerrada la plantilla. Quedan trece días hábiles para fichar (también para vender) y el dirigente rojiblanco no da nada por seguro: "La realidad es que no estamos detrás de ninguna operación, pero todavía quedan días de mercado y pueden pasar muchas cosas. En este tema hemos estado trabajando con calma, pero sin pausa, como dice el refrán".