Faltaron los goles y sobró aburrimiento en un partido que ofreció la imagen más propia de la pretemporada.

El Numancia fue mejor en el primer tiempo. El conjunto soriano sorprendió a los gijoneses con una mayor presión, sentido de la anticipación y más ambición ofensiva. Salvo los compases iniciales de Kike Mateo, con dos disparos ligeramente desviados, el conjunto gijonés ofreció una imagen irregular, con pérdidas de balón y escasa seguridad en el sistema defensivo.

El conjunto castellano dispuso de las mejores ocasiones de marcar, pero Cuéllar desbarató remates de Del Pino y Sola. El Numancia se movía mejor en el centro del campo, con una mayor presencia de Garmendia, con el respaldo de Dimas, además de ofrecer una gran movilidad en Del Pino y Barkero.

El Sporting sólo inquietó en algunos contraataques esporádicos, con escaso peligro, ya que el croata Mate Bilic estaba demasiado aislado y apenas intervenía en el juego, sin que por los extremos existiera sentido de la profundidad.

El primer tiempo se distinguió por un fútbol de bostezo, con escasos detalles de brillantez por parte de ningún equipo.

Más nivelado.

El segundo tiempo estuvo más nivelado, con algunas ocasiones de gol muy esporádicas en las dos porterías. Cuéllar se distinguió en los remates de Sola y Del Pino, mientras que en el bando rojiblanco falló el punto de mira.

La entrada de Diego Camacho y Rivera dio más movilidad al juego gijonés, aunque en el aspecto ofensivo se dejó notar más David Barral, por su ambición más que por su apoyo. Lo más destaco fue un disparo final de José Ángel, que rozó el poste de Edu Navarro por fuera, además de un despeje de Boris que a punto estuvo de costarle un disgusto al equipo numantino, ya que el balón se estrelló en el poste.

Se cubrió el expediente del ensayo. El Numancia sumó su cuarto partido con empate sin goles y los rojiblancos siguen con las pruebas paras mejorar la contundencia defensiva. Pero fútbol, no hubo.

Partido con reencuentros

El partido tuvo varios reencuentros, como fueron los casos del portero Iñaki Lafuente, ahora en el Numancia, y el rojiblanco Rivera, con pasado numantino. Como en casa se encontró el cántabro Manuel Preciado, quien saludó a numerosos amigos, entro otros a Fermín Gutiérre3z, su representante. Bolo, ex del Numancia y nuevo director deportivo del Baracaldo, también saludó a sus ex compañeros.