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Trofeo Carranza | Cádiz 1 - Deportivo 3

El Depor deja el Carranza huérfano en dos minutos

Toedtli encendió la llama de la esperanza, pero duró poco.

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<b>REMONTADA. </b>Bodipo recibe las felicitaciones de sus compañeros después de anotar el segundo tanto del equipo gallego.
REMONTADA. Bodipo recibe las felicitaciones de sus compañeros después de anotar el segundo tanto del equipo gallego.

Debe tener cierto morbo ser el Depor, responsable del Teresa Herrera, y presentarse en Cádiz para ganar el Carranza, cuál es mejor, cuestión de gustos. Tal vez por eso el Depor sólo haya ganado una vez en estos veranos de Cádiz, que honradamente intenta conservar su tesoro. Mañana lo volverá a intentar delante de Valencia o Sevilla. El regalo le cayó casi de imprevisto, porque empezó su semifinal dormido y encajó un gol de libro de Toedtli, rematador de toda la vida, que encendió al Carranza lo que pudo.

La frialdad ayudó al Depor, que se sobrepuso al gol con un penalti prescindible que Fragoso le hizo a Pablo Álvarez y un gol de Bodipo. En ninguno de los dos participó directamente Valerón quien, sin embargo, sigue pareciendo un ángel por el campo. Es uno de los pocos futbolistas que pueden seguir en activo incluso jugando andando.

El Cádiz también está en pruebas. Ha vuelto a Segunda y su equipo todavía es un híbrido entre recién ascendido y candidato a algo más. Enrique y Toedtli son incombustibles. Piscu y Colotto, centrales de emergencia en el Depor, sufrieron para frenarlos. Pero a quien esperaba de verdad Cádiz era a Diego Tristán, cabeza rapada, penúltimas bocanadas de fútbol. Valerón, que le había abrazado antes del partido, en el descanso y cuando quisiese, lo miró con la admiración que le profesan a él. Por no querer despedirse del balón. Gracia le dio media hora, pero Tristán preocupó a la defensa del Deportivo, que se echó atrás. Diego tiró desmarques de todos los colores y no encontró el balón... Su ex socio llevaba otra camiseta. Valerón se marchó del terreno de juego en mitad de una ovación cerrada. Sin ellos, se llamaría robótica.

El Cádiz atacó por las bandas pero sin toque ni tino. La eliminación del Cádiz deja huérfano al torneo. Lo mejor viene mañana, cuando los más artistas ven el partido del tercer y cuarto y antes de la gran final, sale del campo, cruza la calle y se va a la playa. Y es que donde se ponga una barbacoa...