El 'viejo' sueño de Emery está en sus propias manos

Tanto el pasado verano como en buena parte de éste, Unai Emery ha insistido en su idea de quedarse con una plantilla de 23 jugadores. Ahora mismo, son 28 los que componen el plantel, aunque ya se ha decidido que tres de ellos deberán salir cuanto antes: Carleto, Nacho González y Angulo. Así, cuando se concreten estas salidas, el número de efectivos pasará a ser de 25, alcanzando el tope de fichas que permita la Federación Española de Fútbol.

Tras las conversaciones mantenidas en los últimos días entre el Director Deportivo ché, Fernando Gómez, y Emery, la decisión definitiva de cuántos jugadores compondrán la plantilla la tiene el entrenador. Y en su mano está hacer realidad su viejo sueño. Para esto debería cambiar su opinión acerca de Banega y Jordi Alba, dos jugadores con los que Emery sigue contando y a los que quiere mantener en el plantel como mínimo varios días más.

Por esto, el discurso del técnico vasco ha variado en los últimos días. Consciente de que es él quien tiene la llave para reducir su plantilla, Emery ya reconoció tras el amistoso disputado en Alzira el pasado martes que podrían ser 25 jugadores los que la compusieran cuando empiece la Liga. Por lo que, si opta por dar salida a Banega y Jordi Alba, una decisión a la que no se opondría el club, acabará teniendo un plantel de 23 hombres.

Precedente.

En su primera temporada en el banquillo ché, Emery ya pidió el verano pasado quedarse con una plantilla corta. Así, instó a marcharse a Maduro, Hugo Viana y Zigic. No lo consiguió y, en el arranque de competición, se tuvo que quedar con 25 jugadores.

No quiere soltar al catalán y se resiste a cederle

Uno de los jugadores sobre los que debe decidir Emery es Jordi Alba, protagonista de un 'culebrón' inesperado. El vasco está encantado con lo que ha ofrecido esta pretemporada y se resiste a dejarle salir cedido un año para que siga con su progresión, algo que podría hacer en el Deportivo o el Espanyol, que mantienen su oferta para llevarse a préstamo al joven jugador catalán. Pero el entorno del jugador, al que ya se le ha aplazado en varias ocasiones una decisión definitiva, tiene el temor de que se puedan perder estas oportunidades. Lo último que se les ha dicho es que Emery se lo quiere llevar al Carranza para seguir viéndole. Pero, pese a tener el alta médica, Alba no se ha entrenado aún con el grupo y llegará cogido con pinzas. La sensación que tienen es que Emery se lo quiere quedar.