Azerbayán desnuda las carencias de Alemania

Alemania obtuvo una victoria de trámite en Azerbayán (0-2) en un duelo en el que quedaron retratados todos sus problemas actuales. Tanto la plomiza densidad de su juego ofensivo como la desorganización defensiva atrás. Los germanos entraron tarde al partido ante un rival batallador que les apechugó con su fútbol voluntarioso y primitivo. A golpe de patadones sembraron las primeras dudas en una zaga que mostró unas lagunas defensivas que los locales no rentabilizaron en el marcador debido a la alarmante inocencia atacante que mostraron.

Sin embargo, como dijo en su día Gary Lineker "el fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y ganan siempre los alemanes". Y esa máxima se cumplió a los 12 minutos cuando Bastian Schweinsteiger abrió el marcador, para tranquilidad de su escéptica afición, con un zapatazo seco desde fuera del área .

Con ventaja en el marcador, Alemania mejoró algo su rácano juego y comenzó a acumular ocasiones para hacer el segundo antes del descanso. Especialmente si Klose no hubiera desperdiciado increíblemente un cabezazo a dos metros de la línea de gol tras una buena jugada de Gómez y Trochowski. El ariete polaco-alemán se desquitó del error en el minuto 54, al remachar un remate de Gómez que fue repelido por el larguero. De ahí al final, bostezos y tedio con los azerbayanos entregados y los alemanes sesteando esperando el final del encuentro. Alemania sigue sin convencer con su juego con el partido de Moscú ante la Rusia de Guus Hiddink como cierre de calendario. Mucho deben mejorar los de Low para ser líderes del grupo 4.