Trofeo Colombino | Recreativo 0 - Betis 0
El Betis vuelve a sonreír y a ilusionar a su afición
Se adjudicó el cuarto Colombino de su historia
El Betis sucede en el palmarés al Recreativo y ya presume de su cuarto Trofeo Colombino (antes ganó en 1968, 1983 y 1995). Cualquier victoria, cualquier relación con la palabra título alimenta la autoestima de este club, que vive una de las peores depresiones que se le recuerdan en la época moderna. Desde allí, desde el subsuelo, Tapia intenta reconstruir el edificio desde su estilo sereno. Puede conseguirlo. El vestuario del Betis parece decidido a regenerarse, a ser absorbente con los nuevos conceptos, a ganarse de nuevo el respeto de una afición que les ha llamado mercenarios.
No hay nada peor que eso. Al Betis le valía perder por la mínima ante el Recreativo después de su victoria 4-2 ante el Zaragoza y jugó sin especular pero con seriedad. Al Recre no le bastó con el esfuerzo. Acabó con la lengua fuera pero no encontró por dónde meterle mano al Betis, menos juguetón que el día anterior pero sobrio. Y hasta terminó quedándose con diez por la expulsión de Barber.
Para ser la final del Colombino, la primera parte resultó demasiado táctica, lejos del divertimento de los dos primeros días. El Betis tuvo la sentencia del torneo en un cabezazo de Sergio García (fuera) y una excelente jugada, clásica de zurdo, con recorte y remate con el exterior que Guaita se quedó entre las piernas. El Recre se acercó cuando quiso Ricardo. Sí, el portero del Betis, que despejó balones con una desgana importante. El 0-0 antes del descanso dejó al Betis a un paso del título. Sólo tenía que conservar. Los de Tapia quisieron ganar y probaron sobre todo desde lejos, pero tampoco le pusieron demasiado en el intento. Fue como si decidiese probar otra versión, la de equipo serio. Es otro buen regalo que se lleva Tapia.