Liga BBVA | Málaga
"En Málaga, el fútbol es un idioma universal"
Uno es serbio y el otro danés, pero superan las barreras lingüísticas a base de entrenamientos. Los dos son defensas, son nuevos en el equipo y comparten habitación en Benahavís. De momento, Málaga les tiene enamorados. Pero, sobre todo, porque se expresan con el balón en los pies.Benahavís se ha convertido en el primer hogar de los malaguistas por segunda temporada consecutiva. Aquí se forma un gran grupo y todo comienza...
La defensa del Málaga tendrá que trabajar esta temporada para entenderse. A los Gámez, Weligton, Hélder y compañía se le han sumado dos foráneos que, en Benahavís, han encontrado el mismo idioma. Uno tiene espíritu de guerrero, el otro alma de músico y a los dos la pasión por el fútbol los ha traído hasta la Costa del Sol. Milan Stepanov (Novi Sad-Serbia- 2 de abril de 1983) y Patrick Mtiliga (Copenhage-Dinamarca- 29-1-1981) comparten en la pretemporada habitación, experiencias e ilusiones. "Todo es perfecto, el equipo nos ha acogido muy bien y sólo tengo buenas palabras para describir lo que estamos viviendo. Eso sí, está siendo la semana más dura de mi vida", acaba bromeando el central serbio por la paliza física que se está llevando la plantilla. "Sobre todo me gusta que aquí todos somos iguales", apostilla el lateral sueco. Ambos se apoyan mutuamente en la concentración porque enfrentarse juntos a las novedades tiene sus ventajas. "Me viene bien tener a Milan cerca para no tener que hablar con las manos todo el rato", cuenta Mtiliga la ayuda que supone tener el portugués que su compañero aprendió en Oporto. Eso sí, ambos defensas recalcan una máxima: "En el equipo todos nos entendemos. En Málaga el fútbol es un idioma universal".
Por eso, en el campo de entrenamiento, la cosa se pone más sencilla. Se habla con los pies y ser nuevo no es ningún handicap. Que se lo pregunten a Muñiz. "Individualmente cada futbolista es muy bueno y con el buen hacer del entrenador, es una buena señal", confiesa al que ya conocen como DJ Mti entre los compañeros. Le secunda su compañero: "Aquí cada partido es un gran partido y para ello nos estamos preparando. Veo un nivel altísimo, el año pasado casi se llegó a la UEFA y esta temporada creo que podemos dar ese paso y meternos en Europa". Stepanov habla de los valores que ensalzan el grupo y le brillan los ojos. Ese tipo de detalles eran los que echaba de menos en un equipo como el Oporto. Aquí es distinto: "Siento que aquí todos nos respetamos. Desde el mayor hasta el más joven y desde el más famoso al menos conocido. En Portugal no era así, había demasiadas estrellas y eso es lo que me encanta de Málaga".
Desde ya, los futbolistas se han puesto la meta de colarse en los planes del entrenador. Algunas cosas no cambian aunque vengas de un modesto de la Erdivisie: "Si no eres un crack, es complicado meterte en el once de cualquier equipo. Queremos darnos cuenta de lo que quiere de nosotros el entrenador y hacer el máximo por satisfacerle". O de un grande de Europa: "Es una nueva oportunidad y pienso dar el 200 por 100 para aprovecharla. Además, venimos de fuera, somos extranjeros y sabemos que debemos ser los mejores en todos los aspectos para ganarnos el puesto porque, si no, habrá gente de la casa de sobra que tenga las cualidades para tener minutos. Este es mi cuarto año fuera de mi casa, conseguí jugar en Turquía, también en Portugal y pienso hacerlo aquí". Desde polos opuestos, el serbio y el danés tienen algo en común: "Hemos peleado mucho para llegar hasta la mejor Liga del mundo".
Mtiliga tiene una sonrisa de felicidad siempre dibujada en su cara, Stepanov por su parte hace honor a los prototipos de los países del este por su apariencia robusta pero, como suele ser habitual, demuestra también una sensibilidad increíble: "El año pasado fue el peor de mi vida, pero después de la lluvia siempre sale el sol. Quiero olvidarlo cuanto antes y por eso no me da miedo ningún reto".
Selección.
En las carreras profesionales de las dos incorporaciones malaguistas tienen un hueco reservado sus selecciones nacionales. Para Mtiliga es un sueño y para Stepanov, una cuenta pendiente. "Sólo he jugado media hora con la absoluta de Dinamarca y está claro que quiero volver. Pero mi meta ahora es jugar con el Málaga y ser feliz aquí", explica el lateral zurdo. La del central, es una postura bien distinta: "Sudáfrica me tiene preocupado. Después de 10 años en la selección, no es fácil perder ese honor. Además, ahora mismo Serbia es primera de su grupo y probablemente estaremos en el Mundial. Pero una cosa ayuda a la otra. Quiero jugar en el Málaga muchos partidos, ganármelo y también demostrar a la gente de la selección que se equivocaron conmigo. Ese es mi plan". Por el nuevo proyecto albiceleste pasan las esperanzas de estos dos invitados a la fiesta. La Rosaleda les espera con los brazos abiertos.
Sin duda dos buenos fichajes. El Málaga, de esta manera consolida una sólida línea defensiva, que puede ser de lo mejorcito de la Liga a poco que todos se acoplen. Con todo lo bueno que había y la perfecta integración de los nuevos no cabe duda de que este Málaga tiene argumentos para dar muchas alegrías.