"Salgo reforzado de todo lo que viví el año pasado"

Fue uno de los jugadores que más sufrió el mal arranque de la temporada pasada. Recién llegado de Segunda B, se convirtió en el centro de las críticas (las palabras de Javier Clemente más que ayudar provocaron el efecto contrario) y ya la afición se acostumbró a dicha tendencia incluso cuando Xisco Campos firmó buenas actuaciones. Pero, pasado el verano, el balear llega ilusionado: "Las sensaciones son buenas, mucho físico al principio, ahora balón... el camino es bueno. ¿Diferencias con el año pasado? Cada entrenador es distinto, con Campos hay algo más de circuitos de fuerza... pero tampoco quiero entrar demasiado en ello. El pasado es pasado y este año estamos haciendo bien las cosas".

Xisco afirma que esta temporada tendrá una nueva oportunidad ya que "cada año empiezas de cero. No puedes vivir de rentas, lo hagas bien o mal. La temporada pasada hubo críticas, pero para todo el mundo. Se entienden y espero que todo cambie". El central, que este año tendrá mucha competencia, saca una lectura positiva de la situación: "Lo que viví el año pasado fue algo nuevo para mí, pero he salido reforzado de ello. Aprendí mucho, pero ya era consciente de que cuando las cosas vienen mal dadas puede ocurrir. Es en esos momentos malos cuando más aprendes".

Temas extradeportivos.

Si hay algo de lo que se lamenta Xisco es de la facilidad con la que esta plantilla se 'encuentra' con factores extradeportivos que alteran el devenir diario: "Ya con los malos resultados y luego la Ley Concursal, la temporada se hizo extraña. Ahora llega lo del ERE y cuanto más se alargue en el tiempo será malísimo para todas las partes. Es que se puede crear un precedente. Apoyamos a los jugadores implicados porque estamos de acuerdo con ellos. Entendemos los intereses del club, que tengan mucha gente descartada, pero ni mucho menos aceptamos el procedimiento".

Por último, Xisco quiso aclarar que aunque el ERE esté ahí, la plantilla sabe diferenciar ambas parcelas: "Hablamos mucho de ello pero cuando toca saltar al campo queda olvidado. El míster no puede tener ninguna queja, ni de los implicados ni del resto. No debemos dejar que nos afecte"