Mandiá cambia la vida a los 'sacrificados' de Muñiz

No hay nada como un cambio de entrenador para motivar a una plantilla y, en muchos casos, para revalorizarla. La del Racing es un ejemplo más. Desque que llegó Juan Carlos Mandiá al banquillo cántabro muchos futbolistas verdiblancos han visto renovadas sus ilusiones. E incluso sus puestos de trabajo. El técnico gallego está contando con muchos de los futbolistas a los que Muñiz y el club tenía en su lista de prescindibles; siendo ésta una gran noticia para Francisco Pernía, que ha visto cómo la operación salida será menor de la que esperaba y, como sucede en el caso de algunas grandes inversiones (Tchité, unos siete millones de euros), verá amortizado otro año más el precio que pagó por ellos.

Metamorfosis.

La vida ha cambiado para estos integrantes de la plantilla. Empezando por la portería. El papel de segundón no cambiará para Coltorti y eso, lejos de ser una mala noticia para él, es toda una bendición ya que había otros planes para él: venderlo. Christian Fernández es otro de los que han vuelto a sonreír ya que ha pasado de suplente habitual a tener grandes opciones de jugar en la izquierda. El actual entrenador, gran conocedor de la Segunda, tiene como referencia su excelente temporada en Las Palmas por lo que Christian tiene ahora mejor cartel que lo tenía con Muñiz.

Colsa también tendrá la oportunidad de empezar de cero. Y eso no es poco, ya que más de uno pensó darle una salida este verano debido a su actitud pesimista. En esta nueva pretemporada, Gonzalo vuelve a tener opciones de luchar por un puesto aunque con Diop, y el interés que hay por contratar a otro jugador para su misma demarcación, puedan complicar su titularidad.

El caso más llamativo en esta reconversión es el de Tchité. El burundés tenía desquiciado al anterior cuerpo técnico por su falta de compromiso y sus continuos escaqueos. Una forma de actuar que Muñiz tuvo que soportar, ya que el delantero le salvó la cabeza el pasado 1 de noviembre en Mestalla con un hat-trick histórico. Desde entonces, Memé no dio señales de vida y andaba molesto por todo: desde lo que cobraba hasta lo poco que jugaba. Pidió a sus representantes que le sacaran de Santander pero la llegada de Mandiá le ha hecho recordar que el Racing y Parbayón (donde vive) siguen siendo maravillosos. Fue escuchar las palabras del entrenador ("es muy aprovechable") y se puso a marcar y a dar asistencias. Ante el Cambuur mojó en dos ocasiones y regaló otro tanto a Toni Moral, y muchos de sus compañeros reconocen abiertamente que "ha regresado como una moto".

Más rectificaciones.

Con el futuro de los jugadores que estaban cedidos ha habido también cambios en el trato. Si bien Muñiz reconocía abiertamente que, en caso de haberse quedado otra campaña más en El Sardinero, no contaba con ninguno; Mandiá sí lo hará. De todos ellos (nueve en total), sólo Juanjo le convencía al asturiano aunque también era consciente de su mala relación con la grada. Ahora, sin embargo, parece que Sarmiento y Bolado seguirán. El primero porque los dirigentes racinguistas quieren darle otra oportunidad después de todo lo que han luchado por regularizar su situación, y el ariete porque su lesión ha dificultado al cuerpo técnico la toma de una decisión sobre él y ha impedido colocarlo en el mercado.

Además, jugadores como Toni Moral, que sí contaban antes con oportunidades y confianza, dejarán de ser sacrificados para tapar huecos y carencias derivadas de la mala planificación y jugarán en su puesto natural. Es decir pegado a la banda y como gran competencia de Óscar Serrano. Toni Moral ha brillado en el stage de Alemania en ese costado. Otro caso es el de Munitis, que regresará a la delantera y dejará la banda. Y todo porque el refrán es muy cierto: "Cada maestrillo tiene su librillo".