La Peace Cup 2009 echó ayer el cierre bajo la misma tónica de los últimos diez días. Un esquelético Estadio Olímpico de Sevilla asistió a la poca apetitosa final entre Juventus y Aston Villa, con triunfo final para los ingleses tras prórroga y penaltis: 3-4.
El partido estuvo marcado por las grandes ausencias, sobre todo del lado italiano. Con esos alicientes, poco espectáculo recibieron los atrevidos aficionados seducidos por la final. A pesar de todo, fútbol hubo. Desde el principio se vio que la iniciativa era de la Juve. Camoranesi y Melo sustentaban a la Vecchia Signora, pero ni Trezeguet ni Iaquinta inquietaban a Friedel, que sería el héroe del partido. Los villanos se contentaron en principio con maniatar a la Juve, pero pronto vieron que el grandullón Carew todavía tiene fuerza para crear peligro. No hubo goles en la primera mitad, aunque el ex valencianista y Albrighton pudieron batir a Buffon.
Tras el descanso, más de lo mismo. La Juve seguía atascada y el Aston Villa fallaba en el último instante. A medida que pasaban los minutos, cambio de papeles. Trezeguet ya no es lo que era y perdonó donde antes no tenía piedad. Iaquinta, que es más joven, le imitó hasta por dos veces. El partido reclamaba alicientes y este era Del Piero, que no arregló nada en la prórroga y lo estropeó en los penaltis. Tiró el quinto como un infantil y privó a la Juve del título. Luego marcó Cuéllar y falló Legrottaglie.