Afronta la temporada de su reválida, la tercera en el equipo. Después de su sorprendente primer año, en el que dejó boquiabiertos a muchos, el pasado estuvo presidido por un rendimiento irregular.

Quiero consolidarme ya en este equipo. Estoy satisfecho con lo que he hecho durante estos años, pero siempre quiero algo más. Trabajo para encontrarme mejor en el campo. Nos espera una temporada bonita, con partidos espectaculares, ante rivales importantes. Espero que el equipo esté a la altura. De hecho, creo que lo estará. Estoy ilusionado con ello.

Me comentan que ha arrasado en los primeros test físicos de pretemporada, que ha quedado el primero de largo por delante de otros dos canteranos del filial, Ander Iturraspe y Eneko Bóveda. ¿Se ha puesto especialmente las pilas este verano?

Eso parece, aún no he visto los resultados de las pruebas. Algo me han comentado. No soy un chico que coge mucho peso durante el verano y eso ya es de por sí una ventaja. Es un tema de sensaciones, de ir viéndote, notándote a gusto... Sí, es cierto que he intentado prepararme bien, que he estado corriendo. Ahora me encuentro muy bien, realmente bien. Pero también los compañeros han llegado muy finos, no hay más que ver las sesiones de entrenamiento.

Impresiona lo fuerte que se ha puesto de cintura para arriba. Da la sensación de que hay mucha hora de gimnasio de por medio.

El trabajo de gimnasio de potencia lo estoy intentando trabajar día a día. He metido horas y creo que se nota. Toda mejora física beneficia claramente al futbolista.

¿Qué lectura se puede hacer del Torneo de Portugal, ya que el partido de Lepe era al fin y al cabo ante un adversario de menor nivel?

Hubo cosas buenas y malas. La primera parte contra el Benfica fue muy buena, nos fuimos ganando al descanso sin encajar gol y con ocasiones... Ese es el camino. Hemos visto fallos del año pasado en algunos goles, pero la pretemporada está para corregir esos errores. Tenemos que bajar como sea el número de goles encajados. Ahí nos va la vida.

El equipo tiende a tener unas lagunas importantes en los partidos que resultan letales. ¿Cómo se logra ser regular?

Con trabajo. Aquí la clave es dar el callo en las citas importantes, decisivas, como la del Young Boys. No podemos fallar.

Ha ampliado su contrato recientemente con una mejora económica. Supongo que habrá supuesto un bálsamo para usted. No dejar de ser usted un futbolista muy joven y en plena progresión.

Estaba esperando la oportunidad de jugar en el Athletic, el equipo de mi vida, y ahora me ha dado un futuro profesional. ¿Qué más se puede pedir? Estoy muy feliz por la renovación y por todo.

Da la sensación de que Joaquín Caparrós tiene la intención de situarle esta temporada más en la banda izquierda que en el lado derecho. ¿Cómo se siente ahí y qué le pide en esa posición?

Lo que se pide en general a los extremos, sobre todo encarar al defensa e irte, poner el centro al área o atrás... La pretemporada está para hacer pruebas. Me está utilizando sobre todo por la banda izquierda, pero también he jugado por la derecha e incluso por el centro.

¿Cómo ve a las tres nuevas incorporaciones del equipo: Xabi Castillo, Óscar de Marcos e Iñigo Díaz de Cerio?

Castillo se ve que es fuerte, un futbolista importante. Tiene un golpeo fácil con la zurda y recorrido para subir la banda. Va a dar muchas alternativas. De Marcos es un chico joven, con proyección, rápido y con calidad. Y Díaz de Cerio va poco a poco, se nota que ha tenido la lesión y que aún no mete el pie lo suficiente. Es lógico. Ya ha demostrado en la Real que es un goleador y aquí también los hará. Estoy plenamente convencido.

Cuando un futbolista tiene tan cerca a un lesionado de gravedad como Iñigo Díaz de Cerio, ¿piensa en lo afortunado que es por no haber sufrido percances de este tipo en su carrera?

No soy un jugador de lesiones. Ves a los compañeros pasándolo mal y te pones en su piel. Porque, por ejemplo, el percance de Iñigo fue hace mucho tiempo y aún tiene un bulto... Las lesiones dan mucho respeto.

¿Se sintió ciertamente defraudado con López Caro al no ser llamado para el Europeo Sub-21 junto a su compañeroJavi Martínez?

Saqué dos conclusiones. La positiva es que donde quiero jugar y rendir a tope es en el Athletic y, al no ser llamado, he podido llegar más fresco mental y físicamente. La negativa fue no estar entre los seleccionados para un campeonato importante. Yo me quedo con lo positivo. Me va a venir bien para afrontar con garantías esta temporada tan larga.

¿Qué objetivo se tiene que meter este año entre ceja y ceja el equipo para cuajar una buena temporada?

Ahora tenemos que centrarnos en Europa, en el Young Boys. Hay que pasar esta eliminatoria como sea, sí o sí. El Athletic tiene que llegar lejos en esta competición, que da prestigio y encanta a la afición. Pero para mí, el gran objetivo es la Liga. Espero que todos estos partidos de Europa League, Supercopa y Copa no nos hagan descentrarnos para el campeonato de verdad, que es la Liga. Si en ella hacemos las cosas bien, los otros torneos irán rodados.

¿Qué conoce de este semidesconocido Young Boys suizo con el que les toca medirse el próximo día 30 en San Mamés?

Sabemos que juega en casa en un campo de hierba artificial y que nos iremos entrenando en ese césped para aclimatarnos. Ya habrá tiempo de ver vídeos de ellos la semana que viene.

Ya saben de sobra lo complicada que está siendo la Liga en los últimos años. Con tanta competición a cuestas, que son hasta cuatro, ¿preocupa al equipo que se pueda dar la talla con la actual plantilla?

Hay montones de ejemplos de equipos que no están acostumbrados a jugar tanta competición y luego lo pasan mal en la Liga.

¿Es usted de los que cree que esta plantilla tiene mejores futbolistas para hacer un fútbol más elaborado que el directo que se suele practicar?

Gente de calidad tenemos. Los medioscentros sacan bien la pelota. Podemos hacer mejor fútbol que el que hacemos. Tenemos que mejorar en ello, debe ser un objetivo para esta temporada.