Ramírez cede a Arias todo el protagonismo

Nuevo proyecto y nuevo estilo. Miguel Ángel Ramírez ha decidido adoptar un rol más secundario del que acostumbra desde la llegada a la dirección deportiva del club de Óscar Arias y mantendrá su libreto en adelante. El presidente del club, que ha logrado un gran nivel de empatía con Arias en pocas semanas, desea resguardar más su figura institucional y, de un tiempo para atrás, evita más exposición de la deseada a los medios de comunicación y ha dosificado sus apariciones públicas. Piensa, incluso, en economizar sus desplazamientos con el primer equipo la próxima temporada.

También ha trasladado esta dinámica de sigilo y menos ruido a la esfera de su relación interna con los ejecutivos del club, con especial énfasis en Arias, el más representativo por su jerarquía. Ramírez está al tanto de muchas de las gestiones de su hombre fuerte en la confección de la plantilla, pero, a diferencia de otros años, no anda pendiente al minuto de lo que se está cociendo. De hecho, reconoce, sin pesar alguno, que es ajeno a muchas de las negociaciones con nombres propios que comienzan a tomar forma en Pío XII. Prefiere dejar al máximo responsable en estas tareas absoluta confidencialidad y autonomía.

"Todo eso lo lleva Óscar. Las preguntas deben ir dirigidas a él", ha contestado Ramírez en las últimas fechas cuando se le ha cuestionado a propósito de fichajes y todos los líos que comporta el mercado veraniego. Es tal su seguridad en el trabajo de Arias que no le da prioridad a tener información al minuto de todo. "Vamos a completar un gran equipo y, hasta que se cierre el plazo de fichajes, hay tiempo para evitar precipitaciones. Tenemos al profesional adecuado, ayudado por Toni Cruz y con el visto bueno del cuerpo técnico y eso es una garantía. Todo lo que él haga me merece total confianza", añade el presidente.

Es curioso, no obstante, que todo lo que ha llegado de momento se incubó con Juanito y Vidales en los despachos. Sergio Kresic, Diego León, Pedro Vega, Pollo y Álvaro Cejudo estaban trabajados y, en algunos casos, cerrados en el anterior ciclo. Incluso muchas bajas también se habían marcado con antelación. Y Cruz también ejerce en la secretaría desde antes. Sin embargo, la impronta de Arias "llegará y gustará", pronostica convencido Ramírez.