"Este club dará el salto en Cornellà"

Después de dos días de concentración en Peralada, ¿cómo se encuentra?

Un poco cansado, pero nada fuera de lo normal. Es lo que pasa al comienzo de cualquier pretemporada.

¿Y cómo le va en la habitación, con un compañero tan exótico como Shunsuke Nakamura?

Ya nos vamos entendiendo, no se crea. Estoy intentando coger la mayor confianza posible con él, porque son muchos días de concentración. Nos comunicamos un poco en inglés y otro poco en castellano e italiano, porque él estuvo en Italia y nuestro idioma se parece a aquél. El resto lo hacen las señas. Pero no tenga duda: en el campo no hará falta tanto esfuerzo, allí todos nos entendemos.

¿Le sorprende que él despierte tanta expectación?

Sabía que era un jugador muy importante en su país, pero no deja de sorprenderme tanto trasiego a su alrededor.

Hablemos de usted: ¿qué sensaciones le transmite su primera semana de perico?

Mucho optimismo, porque veo que todo el mundo está muy motivado en hacer una gran temporada. En ese sentido, estoy seguro de que el nuevo estadio de Cornellà-El Prat, que ya he visto desde los aledaños, será el punto de inflexión de este club, el salto que necesita dar.

¿Cuáles son, por tanto, los objetivos del equipo, tanto este año como en los próximos cuatro que usted jugará en el Espanyol?

El primero, y creo que en ello estarán todos de acuerdo, es dejar de sufrir. Y a partir de ahí competir por el siguiente nivel, sin poner una meta concreta.

Viene usted del Deportivo, entrenado por un viejo amigo de la casa: Miguel Ángel Lotina. ¿Le aconsejó algo?

No mucho, porque mi fichaje se concretó después de la última jornada de Liga. Pero sí me deseó suerte y me dijo que jugase igual que siempre, en función de mis cualidades.

Él dijo aquello de que "la alineación son Verdú y diez más". ¿Un mentor?

Alguien que siempre confió mucho en mí, y a quien estaré eternamente agradecido.

¿Tenía algo en común con Frank Rijkaard, el técnico que le hizo debutar en Primera?

No demasiado. Rijkaard era una persona muy callada, a quien gustaba la quietud, pero al mismo tiempo fue capaz de hacer grandes cosas.

Por cierto, ¿le sorprende que pese a haberse criado en La Masia se le trate tan bien o es lo razonable?

Es lo normal, espero. El Barcelona forma parte de mi pasado, es donde crecí, y eso ni quiero ni puedo borrarlo. Pero luego pasé tres años en el Depor y si estoy aquí y no en otro equipo es porque pretendo darlo todo por esta camiseta.

-Ya que vuelve a mencionar el Depor, ¿qué le dijeron ex pericos que juegan allí, como Alberto Lopo o Sergio González?

-Muchas cosas. Bastante antes de que se presentase la posibilidad de venir al Espanyol, me sorprendía lo pendientes que estaban siempre de lo que hacían los pericos, sobre todo cuando las cosas aquí iban mal. Fíjese que cuando terminaba un partido del Depor, lo primero que preguntaban era el resultado del Espanyol ese día.

-Ya ve que aquí se siente mucha pasión. Suerte que su fichaje fue mucho más sencillo que el traspaso de Filipe Luis al Barcelona...

-¡Menos mal! Lo suyo ha sido una faena. Esta semaa hablé con él por teléfono y estaba triste. El presidente del Depores exigente y tiene una forma particular de hacer las cosas. Pero, por suerte, yo acababa contrato y pude elegir.

-¿Y por qué el Espanyol?

-Tenía muchas ofertas, pero la del Espanyol me sedujo.