Liga BBVA | Racing de Santander
Los descartes condicionan el inicio de la pretemporada
Antes de entrar, dejen salir. Eso, en el metro, funciona. En el fútbol no es tán fácil. Los equipos pretenden quitarse de encima los futbolistas con los que no cuenta, los peores, en teoría. Y para ello necesita que alguién les quiera y que el jugador acepte. Es, cada verano, lo más difícil de lograr.
Treinta son los llamados hoy, a las 9:00, para empezar a trabajar con Mandiá. Los elegidos son muchos menos. En los planes racinguistas, sólo 17 de ellos tienen plaza segura en la plantilla que arrancara la Liga. El problema es que para llevar a cabo esos planes, el Racing (como la mayoría de los equipos) depende de terceros. Jugadores, representantes y otros clubes tiene mucho que decir.
Cuando uno firma a un futbolista lo hace convencido de que puede triunfar y lo hace, además, por muchas temporadas para, entre otras cosas, disminuir el peso de la amortización en la contabilidad del club. Lo malo es que, con suerte, la mitad de los fichajes no triunfan. Pero siguen cobrando hasta final del contrato.
Sin contar a los cinco chavales del filial que acuden como meritorios a la pretemporada, en el Racing están buscando una salida, en algunos casos la que sea, para Zé Antonio, Ísmodes, Portilla, Jonatan Valle, Juanjo y Smolarek. Y, Sin llegar a ese extremo de determinación, si hubiera opciones interesantes para ambas partes, se les abriría la puerta de salida a Coltorti, traspasado, y a Iván Bolado, cedido.
Los diecisiete
. Toño y Mario, porteros; Pinillos, Crespo, Oriol, Moratón y Christian, defensas; Colsa, Lacen, Bedia Canales, pivotes; Munitis, Arana, Toni Moral y Serrano, interiores; Sarmiento y Tchité, delanteros. Estos, en teoría, aguantarán todo el mes de agosto sin ser nominados para abandonar la casa. Tampoco debe descartarse, sin embargo, que si llegan ofertas que permitan hacer caja, alguno salga traspasado.
Un equipo técnico más amplio que nunca
Poco a poco. Formado de aluvión más que siguiendo un plan previamente establecido, lo cierto es que el Racing ha acabado formando, a los órdenes de Juan Carlos Mandiá, un grupo de trabajo ciertamente numeroso. A tres se los ha traído con él desde Alicante, Kike Sanz, preparador físico, Antonio Puche, segundo, y José Ramón De La Fuente (preparador de porteros en el Hércules, pero aquí tendrá otras funciones).En el club se va a encontrar con gente de la confianza de Pernía y que han ido quedando de anteriores equipos técnicos: Pedro Alba, Manolo Ruiz Cueli, recuperador (y al que Kike Sanz quiere darle más responsabilidad en la prevención de lesiones), Fede Castaños y Juanjo González. Estos dos llegaron al club de la mano de Portugal y Muñiz, respectivamente, y les sobreviven por lo bien que encajaron en la casa.Todos ellos saben ya que, aunque sólo es nominalmente el entrenador, Mandiá es el que manda en todo el apartado técnico del Racing.