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Segunda B | Ciudad de Santiago

El Ciudad firma el acuerdo para seguir en Segunda B

No se cambiará finalmente la sede del equipo

T. Bermúdez
<b>MILAGRO. </b>El acuerdo de última hora permitirá al Ciudad inscribirse en la categoría de bronce.
s. rey

Lo que hasta hace una semana parecía un milagro, terminó de concretarse en la tarde de ayer, y el Ciudad de Santiago estará la próxima temporada en la categoría de bronce del fútbol español.

Así lo confirmaba ayer Jesús Devesa, uno de los máximos accionistas del club, junto con José Suárez Alén tras firmar el acuerdo con Javier Villalba, en representación de la empresa de capital valenciano que se hará cargo del club. Este grupo inversor ha suscrito una "opción de compra" por las acciones de Alén y Devesa, opción que quedará materializada cuando queden resueltas las deudas de Ciudad. En caso de que no se abonase esta deuda, las acciones volverían a sus actuales propietarios. De lo que no cabe ninguna duda es que el Ciudad no se moverá de la capital, tal y como ocurría con el caso del Atlético Baleares. El club pretendía explicar el acuerdo en una rueda de prensa que se iba a celebrar en el día de hoy, pero las obligaciones de Alén y Devesa la han pospuesto hasta la semana que viene.

Deuda.

Aunque no ha trascendido el montante total económico de la operación, se sabe que el Ciudad de Santiago tiene una deuda de 220.000 euros con sus jugadores denunciada en la AFE. Además, el ex entrenador Luisito y el preparador físico también han denunciado impagos por valor de 15.000 euros, y al resto de empleados también se les deben diferentes cantidades que deberán ser negociadas a través de contratos privados.

Once jugadores en nómina

La otra principal incógnita del acuerdo sobre el Ciudad es el futuro de los jugadores con contrato. Ian Mackay, Gonzalo, Franqueira, Pablo López, Jesús Torres, Dopico, Zabala, Julen, Changui y Marcos Suárez siguen perteneciendo al conjunto verde, aunque alguno de ellos ya contaba con ofertas en caso de quedar libre. Igualmente queda en el aire el futuro de las categorías de fútbol base, ya que los nuevos propietarios sólo están interesados en gestionar el primer y segundo equipo y el conjunto femenino.