"Todo lo que tengo se lo debo a Dios"

Es usted un empresario de éxito y que también ha logrado metas importantes al frente de la Unión Deportiva Las Palmas. ¿Hay algún secreto para lograrlo todo?

Pienso que una parte importante del éxito viene con la suerte y, la otra, con el trabajo. Mucha gente no ha podido alcanzar lo que yo tengo por carecer de la fortuna necesaria. Luego, evidentemente, tienes que marcarte un camino y esforzarte al máximo. El día tiene 24 horas y se pueden estructurar bien para saca máximo partido.

¿Sin poner zancadillas?

No se trata de eso. Yo nunca las he puesto. Creo que es más importante estar en el momento exacto en el lugar preciso.

Empezó vendiendo fruta...

Con 16 años no tenía ni el graduado escolar. No era buen estudiante porque me preocupaba más de hacer deporte. Pero luego me he ido reciclando, logrando cursos y diplomas importantes en el sector de la seguridad. Lo último, una titulación por la Complutense de Madrid por la que me tuve que sacar hace unos años el acceso a la universidad.

¿Qué gran objetivo tiene en estos momentos?

Ganar más dinero para poder ayudar a más gente, seguir creando empleo, pues creo que en esta vida no hay nada más bonito que eso, y llevar a Las Palmas a Primera División.

¿Gasta mucho dinero?

Hay que ser respetuosos con el dinero. Ser siempre austero y ahorrador.

¿Bebe?

No.

¿Fuma?

No.

¿Le gusta la música?

Me encanta la música pero no me gusta el mundo de la noche.

¿Estadio o museo?

Las dos cosas.

¿Obedece a sus asesores?

Me pueden decir cosas, pero me dejo llevar siempre por mi instinto. Y le voy a decir más, no suelo equivocarme mucho.

¿Acude mucho a los tribunales?

Cuando voy, lo hago tranquilo. Creo que es una suerte que los problemas que se puedan tener se resuelvan con justicia.

¿A quien le dedica todo lo que tiene?

A Dios. A Dios le debo todo lo que tengo. Soy muy religioso, practicante a mi manera, y me gusta, además, ayudar a la gente que más lo necesita.

¿Ha tenido ofertas para vender el club?

Las he tenido de empresarios españoles. Pero siempre he dicho lo mismo: hay dos condiciones que no se pueden saltar en una hipotética venta de la entidad: mantener el nombre y no sacarlo de la ciudad. Y en algunos casos lo que han querido ha sido eso. A mí me da igual quien sea el dueño de la entidad. Pero entiendo que debo defender el patrimonio tan valioso de la sociedad grancanaria que es nuestro club.

¿Su equipo siempre fue el amarillo?

Ni de niño tuve nunca un equipaje del Madrid o del Barcelona. Siempre fue el de la Unión Deportiva.

¿Hará muchos fichajes?

Los necesarios para ilusionar a la afición y que permitan al equipo pelear por los puestos altos.

¿Le fastidia que el Tenerife esté en Primera?

No me fastidia. Sí hay un pique deportivo pero nosotros estamos muy bien económicamente. Somos de las entidades más saneadas del fútbol español. El Tenerife logró subir porque, al margen de sus méritos, allí todo el mundo, empresarios, políticos y aficionados, se conjuraron y fueron a una. Eso aquí no se ha dado.

¿Soporta bien las críticas?

Por supuesto. Es más, en la SER tengo dos grandes amigos como Rafa León y Francis Mata que no paran de darme palos.