"Se ha logrado cambiar la imagen, pero quiero más"

Dos meses ya al frente del club, ¿mucho trabajo?

Un poquito sólo (ríe). Sí, la verdad que sí. Mucho trabajo y muchas veces oscuro para conseguir saber cuál es esa foto real del Levante. Pero se puede hacer una valoración positiva de cómo está el club porque entiendo que tiene mucho potencial y un futuro esperanzador para todos.

¿Cómo está el Levante verdaderamente por dentro?

Es un club que requiere una reestructuración, a nivel económico y a nivel interno. Creo que hay que seguir profesionalizando muchas áreas que ahora mismo no lo están. También a nivel económico se necesita dar un paso más, seguimos encontrándonos con un déficit importante y en algunos casos ciertamente preocupante de cara al futuro.

¿Era lo que esperaba? ¿Está peor? ¿Mejor?...

Más o menos me esperaba que la situación fuera ardua, pero para mí no hay excusas. Cuando me ofrecieron la posibilidad de asumir esta responsabilidad, lo asumí con todo. Yo no me voy a esconder y voy a luchar y a trabajar para reconducir esta situación, complicada, pero reconducible. Creo que hay una masa social que quiere otro club. Podemos dar mucho más de lo visto hasta la fecha.

Parece que con esa firma debe volver la tranquilidad, pero ¿realmente es para estar tranquilos?

Siempre he dicho que la solución del Levante en el aspecto societario hoy está en manos de los levantinistas. Del que tiene una acción, dos o de los que tienen la posibilidad de recuperar esas acciones de la autocartera. Si entre levantinistas anda el juego, a estas alturas no se va a complicar más la situación y se va a buscar una solución.

Hablando de recuperar la ilusión, sería un paso atrás que Pedro Villarroel volviera a asomar la cabeza

Se ha conseguido el paso importante de que la solución del club esté en manos de los levantinistas, cosa que antes no estaba. Confío en que esa solución sea de futuro.

¿Cómo se va a gestionar esa autocartera?

Lo acabamos de conseguir y ahora empezaremos a trabajar en la otra línea: ver de qué forma se llega a cumplir el objetivo de la transición para lo que me llamaron a mí. Esto supone ver qué posibilidades hay, si hay gente que quiere involucrarse en el proyecto y ver qué proyecto se quiere.

Se habla mucho de que podrían entrar empresarios valencianos, ¿pero los hay?

Vuelvo a reiterar que es el momento de los levantinistas y de que la gente dé el paso al frente. El Levante tiene tal potencial que es atractivo para la gente. Porque es un club que cumple 100 años, que está en Segunda, que ha encontrado una solvencia deportiva demostrada en el último año. Tiene una gran deuda pero cuenta con muchos activos, así como un futuro muy halagüeño, pero si hay gente que quiera involucrarse. Si se logra, en cuatro años el club puede ser muy diferente.

¿El futuro más inmediato es éste, con una administración concursal, sin Consejo ni presidente?

Eso son temas que tiene que abordar la administración concursal. Debemos hablar y saber cómo vamos a montar esa hoja de ruta en lo que respecta la faceta accionarial.

En los últimos meses se ha hablado de que el futuro del Levante pasa por la recalificación del estadio...

Va a depender un poco del perfil de ese futuro inversor o máximos accionistas, de sus planteamientos y proyectos. El Levante tiene ahora mismo una deuda muy importante, pendientes de firmar un convenio con los acreedores y esto te va a marcar las directrices a seguir en los próximos años. Si hay un déficit habrá que buscar otros ingresos para afrontar el futuro. No sé si será la recalificación del estadio u otra cosa.

Ese déficit, ¿lo asume todo el club o es cosa del antiguo Consejo o presidentes?

No ha pasado suficiente tiempo desde la firma, pero el club tendrá que asumir sus responsabilidades y quizá otra gente tenga que asumir las suyas, pero es un tema de la administración concursal.

¿Cómo puede crecer aún más este club?

Lo primero es devolver la ilusión a la gente, que se vuelva a identificar con su club. Que se deje de hablar del Levante con una crítica negativa, con la imagen de mala gestión. Hemos conseguido que se vea que hay cercanía con la afición, que hay un mensaje claro. Si dices las cosas pero luego no las cumples pierdes credibilidad. El levantinista hoy lo único que requiere es que su club recupere el prestigio que ha perdido.

¿Serán capaces de recuperar a 8.000?

Sí, rotundamente sí.

Y si no, ¿sería un fracaso?

Entiendo que los fracasos son cuando no pones todo de tu parte para conseguir una cosa. Aquí lo estamos dando todo, pero sabemos que el objetivo marcado es grande.

¿Quico Catalán se ve algún día presidente del Levante?

Ahora no es mi objetivo. Si lo fuera no hubiera dado este paso porque arriesgo mucho. Entrar en un club intervenido concursalmente sin saber ni dónde están las acciones ni quién está al mando, pero lo hago porque era una llamada de mi Levante. Por circunstancias ahora represento al club como si lo fuera, porque soy la única cabeza visible, pero serlo sería uno de los mayores orgullos en esta vida.

¿Cómo va el Centenario?

Debe ser una plataforma importante para devolver la ilusión a la gente y los levantinistas, que no son 8.000 sino que muchos más, estoy seguro que no van a dar la espalda a su club. Además, se está trabajando mucho por intentar que ese Centenario se viva en la calle y la ciudad de Valencia lo sienta. Es verdad que el mensaje todavía no ha calado, pero en breve se van a empezar a ver resultados.

Y en lo deportivo, ¿qué objetivos se marca?

Ahora mismo acabar de reforzar la plantilla. Se está haciendo un gran trabajo, manteniendo la columna vertebral. Después de un año de adaptación creo que la temporada que viene es ilusionante porque se mantiene casi todo el bloque, la gente se conoce, hay un proyecto deportivo a dos años, se podrá hacer una pretemporada en condicionesy todo eso es ilusión.

¿El buen hacer de este año puede jugar en su contra?

Nuestro objetivo de entrada es salvarnos, si luego podemos marcarnos otros logros, mejor. Debemos ser conscientes de quiénes somos, que hace dos temporadas estábamos en Primera, pero que de eso ya no queda nada. Por eso también es más bonito luchar, porque cuestan más las cosas y se valoran más.

¿Cuánto tiempo necesita el club para volver a Primera?

En dos o tres años el Levante debería estar preparado para dar el salto, luego nunca se sabe. El objetivo es seguir apostando por el entrenador y el director deportivo, gente de la cantera, de Valencia y mantener la ilusión generada.

¿Esa ilusión pasa por Geijo? ¿Estará aquí el próximo 1 de septiembre?

A día de hoy sí. No tiene porqué no estar. El planteamiento es claro y lo sabe su representante: Álex es un activo muy importante para el club. Salvo que venga un club con una oferta súper atractiva para nosotros y para el jugador, Álex va a será del Levante la temporada que viene.

Pero es un jugador que les condiciona el presupuesto.

Geijo tiene un contrato firmado con el Levante y nosotros tenemos la obligación de cumplirlo.

Su salida podría permitir acer más fichajes...

Podría ser, pero nosotros lo vamos a asumir. A día de hoy no hemos tenido una propuesta que se acerque a lo que pretendemos y de momento contamos con él.

¿Es mayor patrimonio Geijo o Luis García?

Los dos.

Lo digo por el buen resultado que ha dado en su primera campaña. Es intocable.

Está claro, pero es el mismo patrimonio Geijo, Luis, Ballesteros, Iborra o cualquiera. Cada uno aporta su valor como lo tiene que hacer. Si además, se puede dar un valor extra como fuente de ingresos, pues mejor. Desde el club se trata de sacar el mejor rendimiento de todos.