Eliseu Pereira
"Mi corazón sigue en Málaga, por eso volveré"
El luso coge hoy un avión hacia Italia donde le espera una nueva vida. Aguarda el Lazio, Roma, el Coliseo y las pizzas. Pero antes de partir, recibió a AS en su casa acompañado por sus hijos y recordó lo que se queda atrás. "Málaga me lo ha dado todo", afirma. Así que se deja algo a cambio.
¿Qué se siente al ver que llega el momento de marcharse de Málaga?
Hombre, la primera sensación que se pasa es un disgusto muy grande. Una ciudad como Málaga no se encuentra fácilmente, pero la vida sigue y siempre mantendré lo que he pasado aquí en el corazón.
Roma, de todas formas, tiene que ser un destino ilusionante...
Es verdad. Profesionalmente es un reto y también lo es para mi familia el llegar a una capital de Europa como es Roma. Tengo que aprovechar la oportunidad, trabajar duro y encontrar mi hueco en el Lazio a base de partidos.
¿Qué ha cambiado en Eliseu desde que llegó de Portugal hasta que se va a Italia?
Bueno, un poquito sí que ha cambiado, sí. He aprendido muchísimas cosas. Primero con Muñiz y esta última temporada con Tapia. Ahora también siento de manera diferente el fútbol, porque después de Portugal, tener la experiencia del contacto con la gente de aquí ha sido increíble. La afición me ha tratado muy bien siempre, me ha demostrado mucho cariño por la calle y por eso he sido feliz aquí.
Ha pasado cerca de una semana desde que se confirmó el traspaso, ¿qué le dicen los aficionados?
Algunos, que me quedara, otros, que mirase por mi familia. Al final, todos me dicen que vuelva si puedo. Y lo haré, porque mi corazón se queda aquí.
¿De verdad ve una opción para poder regresar?
Claro. Al menos, de vacaciones. Para ver a todos los amigos que dejo atrás.
En pocas palabras, ¿qué se lleva de Muñiz, Tapia y Fernando Sanz?
Muñiz y Tapia son dos currantes de la vida que siempre quieren ganar y eso me lo han enseñado también a mí. A Fernando Sanz le tengo que agradecer la oportunidad que me ha dado de poder jugar en Málaga y desearle toda la suerte del mundo. Espero que les dejen trabajar porque al final las cosas van a salir tan bien como estos dos últimos años.
¿En algún momento creyó que no se marcharía?
Para ser sincero, hace una semana creía que me quedaría en Málaga. El Lazio cambió sus condiciones, le dije que no, pero al día siguiente sus representantes ya estaban aquí para convencerme. Lo hicieron y como era algo bueno para todas las partes, acabé firmando.
¿Con qué momento se queda de su trayectoria aquí?
Pufff... Han sido tantos. El ascenso fue increíble, pero también esta última campaña que hemos firmado ha sido espectacular. Me tendría que quedar con el día en el que subimos, con toda la ciudad en la calle vestida con la camiseta del Málaga. Fue un orgullo muy grande saber que nosotros provocamos todo aquello.
En el plano personal, lo mejor también lo ha conseguido con el Málaga. Los partidos del Bernabéu, Mestalla o la convocatoria con Portugal.
Es así. El Málaga me ha hecho internacional, un sueño de toda mi vida que he conseguido cumplir gracias a lo que he hecho con el equipo. Representar a mi país ha sido lo máximo. Me acuerdo que el partido contra el Madrid fue como un impacto, la posibilidad de darme a conocer, pero hubo muchos buenos momentos. Huelva, Villarreal...
¿Cree que está dando un paso hacia delante deportivamente hablando?
En mi carrera he tenido que trabajar mucho para conseguir todo lo que he conseguido. Poco a poco, el trabajado a dado sus frutos y teniendo la cabeza en su sitio, el fútbol te premia. Soy consciente de que debo seguir así y que estoy en las puertas de un gran equipo europeo como es el Lazio. Pero no me quiero detener ahí, sé que debo continuar trabajando para subir más peldaños.
¿Pisará de nuevo La Rosaleda con el Lazio en alguna UEFA?
Ojalá. Sería la señal de que el Málaga está super bien. O quién sabe, a lo mejor para ponerme la camiseta con el boquerón (risas).
Ya ha pasado reconocimiento médico en Roma, ¿cómo fue su llegada?
Sorprendente. La gente del Lazio me dijo que no comentase nada para escapar de la Prensa, pero llegué y hubo mucha expectación. Periodistas, fotógrafos, algún aficionado...
¿Cómo va su italiano?
Regular (risas). De momento me voy a mover con lo que he aprendido de español aquí.
¿Conoce ya a alguien allí?
En la primera visita me presentaron a la gente del club y a los jugadores, personalmente, aún no los he conocido. Sé que está Matuzalem, Siviglia, que es el capitán, pero poco más.
En el rival de la ciudad, el Roma, podría encontrarse con un anfitrión de lujo, Baptista.
Es verdad. Seguro que él ya controla muy bien la ciudad y me puede ayudar con el colegio de los niños y esas cosas.
¿Se ha imaginado ya jugando en el Calcio, un fútbol algo diferente?
Pues no. Pero tampoco sabía cómo me iba a adaptar a la Liga y todo me ha salido más o menos bien. Sé que tendré que hacerlo rápido para que el entrenador cuente conmigo desde el principio y las cosas salgan lo mejor posible.
¿Qué es lo que más echará de menos de la Liga?
Sus grandes campos y su afición. Creo que, ahora mismo, sólo la Premier o la Bundesliga están a la altura del ambiente que se crea en los partidos en España.
Se va justo cuando se podría haber enfrentado a un compañero ilustre, Cristiano...
Es verdad, era una ilusión que tenía. Pero bueno, la vida sigue. Cristiano viene, yo me voy y el Málaga va a seguir igual. Ya me lo encontraré con la selección.