Las opciones de Carmona y Casadesús, en el aire

A escasas tres semanas del arranque oficial del nuevo proyecto del Recreativo, éste arroja más sombras que luces. La intención confesa tanto del Consejo como de la dirección deportiva es la de, al menos, recomponer la columna vertebral del equipo antes de llegar al inicio de la pretemporada el 20 de julio. Y aunque ya han empezado a cerrar algunas de las operaciones en cartera, el ritmo de contrataciones se antoja insuficiente para cumplir con dicho objetivo. De un lado, su inferioridad económica en un mercado paralizado, y de otro, la dependencia de otros clubes en algunos de los frentes abiertos, están lastrando la reconstrucción de una plantilla integrada a día de hoy por apenas una decena de jugadores.

Dentro de este segundo condicionante se incluye la vía del Mallorca, uno de los equipos con más jugadores apetecibles, pero cuyas puertas se han cerrado en las últimas horas. En concreto, el centrocampista Carlos Carmona y el delantero Víctor Casadesús son dos de las prioridades del nuevo proyecto, aunque la posibilidad de que ambos acaben recalando en Huelva está de momento en el aire.

Tal y como estaba previsto, el Mallorca ha repescado a Carmona, cedido la pasada campaña al Cartagena, haciendo efectiva la cláusula de recompra a coste cero, con lo que, en el mejor de los casos, el Recre tendrá que esperar varias semanas a la evaluación a que lo someterá Gregorio Manzano en el 'stage 'de Kössen. Además, el ascenso a Segunda B del filial bermellón juega también contra los intereses del Decano ya que, pese a las reticencias del jugador, el club balear no vería con malos ojos la posibilidad de que estuviese a medio camino entre el filial y el primer equipo.

Más complicada parece, incluso, la opción de Víctor Casadesús, cuya excelente temporada en el Nástic ha despertado el interés de varios equipos, algunos de ellos de Primera. .

El Zaragoza pretende al ariete

El Zaragoza está bastante interesado en Víctor Casadesús. Incluso ya habría presentado una oferta de alrededor de 1,5 millones de euros por el ariete de Algaida, dispuesto a hacer las maletas si, tal y como intuye, Gregorio Manzano no lo considera imprescindible. Una cantidad inalcanzable para el club onubense, cuya única esperanza de incorporarlo depende de que no cuaje ninguna propuesta para jugar en Primera.