Florentino Pérez ya lo avisó. No engañó cuando dijo que en un año tendrían que hacer lo que en condiciones normales les hubiera llevado tres temporadas. La necesidad de reformar y reforzar el equipo le ha llevado de momento a incorporar a Kaká, Cristiano Ronaldo, Raúl Albiol y Karim Benzema. Cuatro jugadores o, lo que es lo mismo, 211 millones de euros.

De esa cantidad, sólo 15 millones corresponden a un fichaje español, el de Albiol, y los 196 restantes se han marchado fuera de España, a Inglaterra, Italia y Alemania.

El primero en llegar fue Kaká, por el que Florentino pagó 65 millones de euros al Milan. Con su llegada se cumplió una vieja obsesión del madridismo y la ilusión que provocó su fichaje quedó reflejada en la presentación del brasileño, que reunió a 50.000 seguidores en el Santiago Bernabéu.

El gran golpe del mercado llegó poco después, cuando pagó 96 millones de euros al Manchester United por Cristiano Ronaldo, que además de ser el futbolista más mediático del mundo pasó a ser también el más caro. El fichaje de Cristiano fue especial, ya que Florentino se encontró sin apenas margen de maniobra para negociar. El acuerdo por los anteriores dirigentes del club con el Manchester United obligaba a pagar 96 millones por su fichaje o 30 como penalización si no se ejecutaba el acuerdo.

La contratación de Raúl Albiol fue la primera de un español en la nueva era de Florentino, que en su anterior etapa sólo fichó a un futbolista nacional, Sergio Ramos. El Madrid pagó al Valencia 15 millones por Albiol y la operación se cerró días después de que se rompieran las negociaciones por Villa.

El último en llegar, por ahora, es el francés Karim Benzema, un joven delantero internacional de 21 años que llega al Bernabéu a cambio de 35 millones de euros.