La piedra angular del Hércules la pasada temporada fue el futbolista colombiano Abel Aguilar, un medio centro ofensivo, muy técnico, con gran llegada (marcó 9 goles) y un buen desplazamiento de balón. Mandiá lo quiere para el Racing y se convierte en el primer objetivo del técnico gallego. Pero no va a resultar nada fácil. El colombiano es propiedad del Udinese, con el que aún tiene dos años más de contrato y jugó cedido esta temporada con los alicantinos. También lo hizo hace dos años en el Xerez. Para el nuevo técnico racinguista, un jugador de esas características es básico y primordial en su esquema.
Aguilar llama la atención por su poderío físico (mide 1,87) aunque su mejor virtud es la calidad técnica, es un centrocampista de toque. Además es internacional con Colombia y en el 2005 fue campeón en el Sudamericano sub-20.
Tiqui-taca.
A Mandiá le gusta que sus equipos tengan la posesión del balón. En el Hércules ha jugado casi toda la temporada con un 4-4-1-1; Tote jugaba de enganche y arriba la referencia era el serbio, ex del Mallorca, Delibásic. En el centro del campo jugaba en rombo, con Abel Aguilar más adelantado que Farinós.
Como buen amante del fútbol de toque, al gallego le gusta que sus equipos saquen el balón jugado desde la defensa, de ahí que también sea importante que los centrales tengan ese perfil.
Otra de las obsesiones de Mandiá es la estrategia; ahí es fundamental su segundo, Antonio Puche, que es el encargado de llevarlas a cabo. Y en el Hércules, a pesar de no ascender no les fue mal: fueron el equipo más goleador.
El precio del futbolista ronda los 4 millones
Y si para Mandiá, Abel Aguilar es fundamental, para el Hércules también. El propio entrenador llevaba varias semanas intentado negociar con el Udinese la compra del jugador. El precio por el que los italianos venderían al futbolista está entre los tres y los cuatro millones de euros, cifra fuera del alcance de los alicantinos. Aguilar, que en la actualidad tiene 24 años, llegó con 20 procedente del Cali al Calcio. La primera temporada apenas jugó y al año siguiente fue cedido al Ascoli, donde tampoco cuajó. Después, estuvo en el Xerez antes de llegar al Hércules.
