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Cuartero

"El Zaragoza ha sido y debe ser un club señor"

Charlie Cuartero se estrena hoy en el Área Social del club con su asistencia -junto al presidente Bandrés, el consejero Melero y el secretario Checa- al IX Encuentro de Peñas en Tarragona. El ex capitán va a ser otra referencia del club cara al exterior: un zaragocista para los zaragocistas.

Cuartero.

De capitán del Zaragoza a embajador del Zaragoza...

Embajador suena rimbombante. Voy a encargarme de algunos aspectos que el club quiere potenciar en el área social y asesoraré en lo que puedan requerir mi experiencia.

¿Cuál es el contenido que se le quiere dar al puesto?

En mis años de jugador a veces pensé que el club debería tener alguien que estuviera cerca de la gente que llega nueva y los introdujera en la ciudad, les solventase problemas cotidianos, que les facilite su acceso a un ámbito que no conocen. Además, el Zaragoza tiene mucho interés en mejorar la relación y el trabajo con las peñas y también en reavivar algo que merece gran atención: la agrupación de veteranos. Hay que lograr que estén involucrados y que la gente se acuerde de ellos. Sin todos los futbolistas que han pasado por aquí, no estaríamos donde estamos. Todos somos un grano de arena que hacemos un enorme saco.

¿Usted ya se siente ex jugador y veterano?

Soy un ex jugador, está claro. He pasado el año mirando los partidos desde la grada y eso te convierte en un ex jugador. Pero al mismo tiempo, siempre que veo fútbol -y será así toda mi vida- pienso como un futbolista.

¿Cuándo le planteó el Zaragoza este nuevo puesto?

Cuando hablamos por mi retirada ya me comentaron que querían contar con alguien, sin más detalles. Esta semana, el martes, recibí la llamada de Agapito y del presidente Eduardo Bandrés y me dijeron que habían pensado en mí.

¿Le satisface?

Me gusta porque es un trabajo muy bonito y porque está relacionado con lo que yo he vivido durante todos estos años: siempre me he sentido muy ligado a toda la gente que ha pasado por el club, a los compañeros y desde luego a la afición. Así que he aceptado encantado, también por el entusiasmo que el club me ha transmitido en lograr que el Zaragoza fuera una familia, en todo el sentido de la palabra.

¿Es posible algo así en un mundo super profesional?

Tiene que serlo. En el fútbol hay muchos detalles y momentos que no son tan bonitos. Cuando alguien tiene que dejar un club se producen situaciones difíciles, por ejemplo. Y queremos que quien deje el Zaragoza lo haga con buen sabor de boca, y que transmita esa impresión al mundo del fútbol.

Imagen y señorío...

El club está poniendo mucho empeño en aprender de errores pasados. El fútbol tiene mucho que ver con la imagen. El Zaragoza siempre ha sido un club señor, y tiene que serlo, en todos los aspectos. Para que en la Federación, en la Liga y en todo el colectivo se hable de nosotros en esos términos y se nos reconozca. A la hora de atraer futbolistas, compensar un poco otros aspectos en los que no competimos.

¿Influyen de verdad, en un deporte con tantos ceros, ese tipo de detalles?

Desde luego el factor del sueldo es el básico, en cualquier trabajo, pero hay otras cosas que a un jugador le importan para él y su familia. Si no podemos competir en lo económico, al menos intentemos que quien elija al Zaragoza se sienta reconfortado.

En cercanía con las peñas usted tiene experiencia: era casi fijo en los actos anuales.

A la gente le pedimos apoyo en los buenos y en los malos momentos y hay que hacer un esfuerzo de vuelta para que se sientan queridos, cuidados y próximos. Todos hemos de ser conscientes de la importancia de nuestra masa social.

Lo demostró este año...

Y en los últimos partidos del pasado también. Situaciones tan negativas como las que hemos vivido al menos sirven para que nos demos cuenta de lo importante que es la gente. El Zaragoza ha subido dos veces a la primera y no es fácil. Y se ha logrado por la implicación total de plantilla, directiva, público y medios. Esa idea de familia es la que queremos.

¿Y cómo ve al nuevo Zaragoza renacido tras el paso por Segunda División?

Por lo poco que he podido hablar con la gente del club, están muy ilusionados, muy contentos. Tienen ganas de ir despacio y no cometer errores. Va a ser un proyecto complicado, que se sepa: el asentamiento puede durar dos o tres años. En todo el fútbol, y también en el Zaragoza, hay un grave problema económico y habrá que luchar. Hemos de transmitir a la gente que tenga paciencia: hemos vuelto y tenemos que asentarnos. Sin objetivos. Lograr cuanto antes los puntos para salvarnos y dejar trabajar a los profesionales.