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Liga BBVA | Atlético

El Atlético pretende hacer caja con Maxi, pero él se niega a irse

Abel regresó de vacaciones para encontrarse con la plantilla prácticamente igual que cuando se fue. Ha pasado casi un mes desde el final de la Liga y Pitarch, acuciado por los problemas económicos, no ha logrado cerrar ningún fichaje ni colocar a los transferibles que más dinero pueden dejar. El mayor problema es Maxi, cuya venta es básica para contratar un creador, pero no quiere marcharse.

Maxi.

Abel regresó de sus vacaciones para reunirse el miércoles con Pitarch y llevarse un disgusto: no hay dinero para fichar y no se logra vender a los transferibles para hacer caja. Y de todos los casos, el más grave es el de Maxi Rodríguez. El capitán, que tiene un gran cartel en Italia y por el que se ha interesado formalmente el Tottenham, es el elegido por el Atlético para ser traspasado y aportar el dinero necesario para fichar un medio. Pero hay un problema grave: él se niega a irse.

Maxi, que ha cumplido 28 años en 2009, está muy a gusto en Madrid y termina contrato al final de la próxima temporada. Su primer objetivo sería renovar, pero si no cuentan con él lo tiene muy claro: jugará otro año en el Calderón y se marchará libre el próximo verano, lo que le permitiría firmar un contrato mucho más jugoso con cualquier otro equipo sin que el Atlético percibiera ni un euro por él.

La situación es muy complicada para Pitarch, que está fracasando a la hora de conseguir dinero a través de ventas. Maxi es el único transferible que podría aportar un dinero suficiente para afrontar el fichaje de Salvio o Elías. Su cláusula es de 24 millones, pero el Atlético aceptaría una oferta en torno a los 12 millones que, sumados a lo que logre por Reyes y Jurado, podrían bastar para contratar al tan ansiado centrocampista creativo.

Además, la continuidad de Maxi podría desencadenar otro problema, ya que la sintonía entre el capitán y Abel no es buena. El argentino ha sido titular fijo para el de Velada, pero siempre fue el primero de los cuatro de arriba en ser sustituido y en varias ocasiones demostró su malestar al irse hacia el vestuario. Aunque siempre se ha comportado como un profesional, es un peso pesado en el vestuario y su tensión con el técnico amenazaría al buen ambiente que se recuperó con la marcha de Maniche y Seitaridis.

Así que Pitarch tiene una triple labor para cerrar la operación más importante del verano atlético: encontrar una buena oferta por Maxi, convencer al jugador para que la acepte e invertir con acierto ese dinero.