El cuerpo técnico del Barcelona, con Pep Guardiola a la cabeza, comienza a hacerse a la idea de que este año también trabajarán con un futbolista llamado Samuel Etoo. Avalado públicamente por su presidente, Joan Laporta, a quien le gustaría "que Etoo se retirase en el Barça", el delantero no consigue que los grandes clubes europeos se interesen por él hasta el punto de hacer llegar ofertas concretas a las oficinas del Camp Nou.

Ni sus buenos registros goleadores (36 esta temporada, entre la Liga y la Champions League) ni el haber abierto el marcador en la final ante el Manchester United han logrado que Etoo aparezca como un objetivo prioritario para los equipos poderosos del continente. Es decir, que para el camerunés no ha cambiado nada de un año para otro, a pesar de que a estas alturas de 2008 había acabado una temporada decepcionante en cuanto a lo colectivo y ahora es campeón de Liga, de Copa y de Europa, además de haber luchado hasta un par de jornadas antes del final por la Bota de Oro, que finalmente se llevó el uruguayo Diego Forlán.

Gran ficha. Etoo pretende cobrar una ficha anual de diez millones de euros netos, algo que sólo el Manchester City, propiedad de un consorcio árabe, estaría dispuesto a desembolsar. Pero ocurre que el City, único club que se dirigió oficialmente al Barça para una oferta por el africano, acaba de fichar al delantero paraguayo Roque Santa Cruz, lo que merma las opciones de Etoo. Todo ello, al margen de que los citizens no jugarán ni tan sólo la Europa League (antigua Copa UEFA), situación que al delantero le resulta poco atractiva.