Egipto noquea a la campeona del mundo

Se veía venir, pero no por eso tiene menos mérito: Egipto, campeón de África, consiguió la primera gran victoria de una selección del continente negro sobre un campeón del mundo. Pudo lograrlo hace pocos días contra Brasil, pero lo impidió Kaká. Italia, que no tiene ni por asomo un jugador como el ya madridista, no pudo evitarlo. Es el nuevo orden del fútbol mundial.

Los africanos, con una presencia exquisita en el viejo continente europeo representada por Etoo (Barcelona), Drogba (Chelsea), Adebayor (Arsenal) y Zidan (Borussia Dortmund) entre muchos otros, han cruzado la barrera. Desde ayer podrán mirar directamente a los ojos a las grandes selecciones europeas. De aquí a no mucho habrá una selección africana peleando por un Mundial. Egipto, a un año vista de Suráfrica 2010, puede ser la primera. Brasil acabó pidiendo la hora, Italia cayó y ahora los egipcios se preparan para el partido contra la campeona de Europa: España. Si Egipto gana a Estados Unidos y Brasil a Italia, serán ellos los rivales de la Roja en las semifinales. Del Bosque, que ayer vio el partido, comprobó que se cumplían sus previsiones. El seleccionador español había advertido que el rival a batir podía ser el campeón africano.

La noticia para España es que Zidan sufrió un tirón en el glúteo. Una lesión que los médicos verían como un milagro que cure antes de tres semanas, lo que en teoría le deja fuera del partido contra España en el supuesto de que se cumplan los pronósticos para la última jornada del Grupo B.

La victoria de Egipto se fraguó con velocidad y fe. Su selección es un ejército. Juegan con convencimiento y son, posiblemente, el grupo que más en serio se ha tomado esta Copa Confederaciones. Las demás selecciones juegan; Egipto, compite. De esto ya les ha advertido Del Bosque a los internacionales españoles.

San El Hadary. Además de ese factor, los egipcios contaron ayer con otras ventajas. La mejor su portero, Essam El Hadary, que ayer recordó al mejor Iker Casillas. Tuvo varios momentazos, sacó balones de gol (uno sobre la misma raya, de un manotazo con la zurda) y libró a su equipo del empate de Italia, que no hubiera sido merecido como tampoco lo fue la derrota que les aplicó Brasil. Egipto, cuyos jugadores acabaron el encuentro dándole las gracias a Alá, rezando en dirección a La Meca, ha puesto en apuros en una semana a Brasil, a Italia y ahora amenaza el éxito de España. Hay que tomárselos muy en serio. Aquí sí que hay rival. Un rival que compite, que corre y que juega.