Las lesiones en el centro de la zaga agobian a Italia

Italia, fiel a sus costumbres, vive pendiente de sus centrales. Los tres goles encajados en el amistoso jugado ante Nueva Zelanda crean sensación de intranquilidad. Más ahora que se sabe que Cannavaro no podrá jugar al no haber superado un problema en el gemelo derecho y Legrottaglie es seria duda por "fatiga muscular", como confirmó el Dr. Castellacci, médico de la selección azzurra. Chiellini es fijo en el centro de la zaga y si su compañero en la Juventus no mejora, el puesto será para Gamberini.

Quizá para borrar el mal sabor de boca que dejó el 4-3 a los neozelandeses, Italia improvisó ayer un amistoso contra el modesto Tshwane XI, equipo de Pretoria. Los campeones del mundo golearon 6-0 con un gran Gilardino. El ariete de la Fiorentina sustituyó a un estéril Luca Toni y en la media hora que jugó tuvo tiempo de marcar dos goles. Todo apunta a que hoy será titular ante la sequía goleadora que acecha a Toni. También esperará en el banquillo Rossi, por lo que el del Villarreal tendrá que esperar para medirse a su país de nacimiento.

Estados Unidos llega sin demasiadas ganas al torneo. Tim Howard, guardameta titular, ha dicho que para ellos la Confecup "es un obstáculo en medio de los partidos de clasificación para el Mundial 2010". Los yanquis sólo han perdido dos de los trece últimos partidos en su maratoniana fase de clasificación para Suráfrica 2010 y este torneo se les aparece como una distracción. Landon Donovan, que no cuajó ni en el Bayern ni en el Leverkusen, tiene ante sí una magnífica ocasión de demostrar que podría jugar en Europa.

Lippi: "Debemos estar atentos"

"Debemos demostrar que el fútbol italiano es de altísimo nivel, porque los clubes no representan al calcio, sino la azzurra. Bradley, el hijo del seleccionador es especialmente bueno. Estados Unidos es un equipo muy bueno físicamente, tendremos que estar atentos. Sí, somos el equipo más viejo del torneo, pero no me preocupa".

Bradley: "No tenemos presión alguna"

Nosotros no tenemos ninguna presión por el partido. Nos enfrentamos al mejor equipo del mundo, pero lo hacemos en un momento en el que la atención no será altísima: esto supone una oportunidad para nosotros de acortar distancias. Sabemos que el año que viene, cuando se juegue el Mundial no será más difícil".