COPA CONFEDERACIONES | EE UU 1 - ITALIA 3
Rossi, el de New Jersey, acaba con el sueño americano de ganar a Italia
Giuseppe Rossi, americano de nacimiento, evitó que Estados Unidos lograra el primer triunfo de su historia ante Italia al liderar la remontada de la selección 'azzurra'. Donovan adelantó a los americanos al transformar un penalti cometido por Chiellini cuando EE UU ya se había quedado con diez jugadores tras la expulsión de Clark (34). Rossi empató nada más saltar al campo, De Rossi puso el 1-2 y, de nuevo, el jugador del Villarreal finiquitó el partido con el 1-3.
Apuntaba el dato curioso en la previa y ha acabado convirtiéndose en el protagonista del partido. Giuseppe Rossi, jugador del Villarreal, se enfrentaba al país que le vio nacer y nada más salir acabó con el sueño de los estadounidenses de ganar por primera vez a Italia con un espectacular disparó que significó el gol del empate y con el 1-3 ya cuando el partido estaba resuelto. El joven delantero, de padres italianos, nació en Teaneck (New Jersey), pero se comprometió con Italia en octubre de 2008, cuando debutó ante Bulgaria. Hoy ha completado su mejor partido con la selección.
El 1-3 no maquilla el mal partido de los italianos, que sólo pudieron imponerse cuando Estados Unidos estaba con uno menos y totalmente fatigado por el esfuerzo. El fútbol de Italia quedó retratado en los pies de jugadores como Genaro Gattuso, antítesis de los Xavi, Iniesta, Silva y compañía. Dos cortes de jugadores diferentes que generan en sus equipos dos estilos contrarios. La selección de Nueva Zelanda ha podido comparar, en poco más de una semana, el parco pero efectivo juego italiano (4-3, en un amistoso); con la exquisitez en el toque, la alegría en el juego y la contundencia de la selección de Vicente del Bosque, que venció en su primer partido a los oceánicos por 0-5. Dos maneras de concebir el fútbol. Una ganó ayer con excelencia, otra lo ha hecho hoy con algo de vergüenza.
Una zaga impropia
Es natural que haya selecciones y equipos que se preocupen cuando jugadores como Kaká, Iniesta, Torres, Messi, Etoo o Cristiano Ronaldo no pueden jugar. Pero en Italia es diferente. Da igual que Luca Toni no juegue por su baja forma, no importa que falten los jugadores encargados de hacer gol, pero se pone el grito en el cielo por la ausencia de algún central de referencia. Y en esta ocasión no les ha faltado razón. Llevaban toda la semana lamentándose por la lesión de Fabio Cannavaro y al tanto de las evoluciones del tocado Legrottaglie. Sin el balón de oro y ex del Madrid, lo cierto es que no ha habido mando, anticipación ni contundencia en defensa. Chiellini y el propio Legrottaglie han defraudado a la historia 'azzurra' mostrando una debilidad y una ingenuidad insólitas, que se ha magnificado en la jugada del penalti cometido por Chiellini y convertido Donovan.
En el centro del campo, Lippi ha sesgado las bandas con Camoranesi, Gatusso, De Rossi y Pirlo, todos moviéndose por el centro, por lo que los laterales Grosso y Zambrotta han tenido que multiplicarse para actuar como carrileros. Arriba Iaquinta y Gilardino, dos torres con la intención de bajar el balón y aguantarlo a la espera de refuerzos. Un fútbol simple pero práctico.
De hecho, las dos primeras ocasiones de los blanquiazules llegaron después de dos balones largos. El primero hacia Iaquinta que se lo dejó franco en la frontal a Gilardino y éste marró. Y el segundo tras una falta lejana que remató fuera en el área pequeña Legrottaglie.
Por su parte, Estados Unidos salió a especular en la primera parte. Donovan y Altidore, el jugador del Villarreal, buscaban espacios detrás de la zaga italiana pero la visión de juego de sus centrocampistas no ayudaba a generar ocasiones. Fue el propio Donovan quien diseñó las primeras ocasiones de los americanos. En la primera, el ex jugador del Bayern de Munich y del Leverkusen se percató de la diagonal de Bradley, lateral derecho, y le dejó solo ante Buffon. Diestro cerrado, el jugador de EE UU realizó un tiro-pase cargado de inocencia que murió manso en los guantes del portero italiano. Minutos después, Altidore imitó a Bradley, tras otro gran pase de Donovan, y dos ocasiones al limbo.
El fútbol de Italia, austero por naturaleza, se ha resentido por la poca actividad de su mejor jugador, Andrea Pirlo, ligeramente inclinado a la banda izquierda esta tarde. Pero como los grandes jugadores, le bastó una falta para dejar su huella. Fue en el minuto 31, Howard repelió aunque no sin dificultades. Esta fue la única aparición del jugador del Milán. Más activo estuvo su compañero Genaro Gatusso, que recibió la escalofriante entrada del estadounidense Clark, expulsado justamente en el minuto 34 de partido.
Con un hombre menos, Italia se frotaba las manos. Bornstein aglutinó todos los nervios de los jugadores de Bob Bradley y en la siguiente jugada introdujo el balón en su propia portería al intentar cortar un pase. El juez de línea evitó el sonrojo del americano anulando el gol por fuera de juego de Camoranesi.
Un minuto después, en el 40, llegó la jugada más inesperada en ese momento. Altidore se encuentra con un balón largo proveniente de la nada y encara a Chiellini. El jugador del Villarreal recorta para buscar su pierna izquierda y recibe el abrazo del defensor italiano que le obliga caer. Donovan no falla el penalti y pone el sorprendente 1-0 al descanso.
La remontada
Lippi, fiel a la ideología italiana, puso en el campo toda la artillería. Sacó a Luca Toni, Monteolivo y Rossi, que nada más saltar al campo en el minuto 58 enganchó una soberbia 'folla seca' con la zurda que abrió el horizonte a los italianos y dejó muy mermado a su país natal.
Se animó la selección de Lippi y mejoró notablemente con el de New Jersey entre líneas. Iaquinta y Pirlo avisaron, y De Rossi, otra vez en disparo lejano, batió a un Howard que no defendió entre palos el esfuerzo de los suyos. Italia se adelantó y puso en práctica el plan B: aguantar el resultado y dejar pasar los minutos, pero antes del pitido final se encontró con el tercero, segundo en la cuenta personal de Giuseppe Rossi. El italo-americano rompió el sueño de EEUU, que ha estado más cerca que nunca de ganar por primera vez en su historia a Italia, tras diez enfrentamientos.