Alberto Rivera es el sexto discípulo de Preciado

Alberto Rivera es el sexto discípulo de Manuel Preciado que vuelve a reencontrarse con el técnico montañés desde que llegó al Sporting.

Cuando el entrenador cántabro se incorporó al club gijonés había dificultades para lograr la contratación de jugadores. El club estaba en pleno proceso concursal, con una importante limitación económica. Cualquier gestión fracasaba cuando se interponía otro club pro el medio. Tortolero, que quedaba libre en el Salamanca, estaba dispuesto a venir a Gijón cuando apareció el Nástic. Es uno de los numerosos ejemplos que se sucedieron en aquel verano de 2006.

Preciado echó una mano a la secretaría técnica en su Racing del alma. Así llegó el central Samuel, en calidad de cedido. El zaguero cántabro había tenido la alternativa de la mano del entrenador rojiblanco. Un mes después apareció Congo, fuera de forma y sin equipo, ejercitándose por su cuenta. El colombiano resultó decisivo en la permanencia de un equipo hecho a retales. Su llegada a Gijón se produjo por la confianza que tenía en el técnico que lo había dirigido en el Levante, aunque su marcha, un año después, a modo de espantada, resultó polémica.

En la segunda campaña de Preciado, el míster montañés convenció a Neru para completar la plantilla y mandó esperar a Matabuena que había quedado libre en el Racing, ya que su fichaje dependía del traspaso de Javi Fuego al Levante. Ambos habían tenido sus alternativas con Preciado.

En la campaña anterior llegó Camacho, quien había coincidido con el míster montañés en la Gimástica, pero sólo una pretemporada.

El manchego tuvo su mejor año con el técnico manchego

La mejor temporada de la trayectoria de Alberto Rivera transcurrió en las filas del Levante, con Manuel Preciado como entrenador. Desde entonces, el técnico y el centrocampista mantienen una buena amistad. El técnico cántabro conocía la situación del futbolista manchego en las campañas anteriores, pero entonces era inaccesible para el Sporting. Ahora, tras el descenso del Betis a Segunda División y la mejoría de la situación económica del club gijonés, el fichaje de Rivera fue posible. Es el sexto discípulo de Preciado que vuelve a estar a disposición del técnico. Valera, del Atlético, podría ser el sétimo, ya que coincidió con Preciado en el Murcia y es una de las pretensiones del míster rojiblanco, aunque esta alternativa está aún en embrión.