El Tenerife está a las puertas del paraíso

El Tenerife tiene ante sí esta tarde la oportunidad de derribar la puerta que buscó durante siete años y entrar ahí donde quiso desde que en agosto empezó esta faena. Se desconocía entonces si Nino estaría al nivel excelso que exhibió el curso pasado, si Alfaro sería tan bueno como lo pintaban, si la lesión de Juanlu sería un obstáculo insalvable, si Aragoneses era el mismo que antaño y si a Kome le motivaría lo suficiente este añito en el infierno. Pero el tiempo convirtió dudas en certidumbres y a Girona llegó ayer el Tenerife con 23 victorias y 78 puntos, a uno solo de solidificar su sueño.

Son números relucientes e incontestables los del equipo de Oltra, si bien lo que más impone quizás sea su juego. Estilo refinado y coral, el del conjunto insular ha pasado en nueve meses todo tipo de pruebas. Desde un alud de bajas trascendentales a la lluvia de dudas que un día asomó acerca de la supuesta cortedad de la plantilla, pasando por rivales huesudos, arbitrajes polémicos y días difíciles. Nada pudo con la solvencia del Tenerife, compareciente en la jornada definitiva con una pulcra tarjeta de presentación en la que brillan con luz propia sus guarismos más recientes. Baste con señalar que llega a Montilivi el cuadro insular al cabo de tres partidos impecables: 3-0 al Alavés, 0-4 al Sevilla Atlético y 2-0 al Xerez. Una racha impoluta que ha despejado cualquier incógnita hasta hacerle tocar la cima de la tabla y colocarle en una coyuntura idílica para acometer el merecido salto de escenario. El abordaje a la Liga de las Estrellas y los estadios más relucientes.

Invita el estado de ánimo de los blanquiazules a presagiar un partido asequible, tal vez un paseo. Nada se juega el contrincante si se confía en que el Hércules no le haya primado. De hecho, aunque lo hubiera hecho será irrefutable que no habrá motivación mayor que la del visitante, llegado a su destino con una auténtica legión de seguidores detrás y otros miles en la distancia.

Ansioso de hacer historia y derribar la última puerta, camino de Primera, todos los predicamentos apuntan a un desenlace feliz y a una fiesta gigante. Incluso la convicción de que sólo un punto vale para ascender es pobre argumento para pensar que vaya a haber un empate. Saldrá a ganar este Tenerife, pero también a convertirse en leyenda. Es delgada la línea que le separa de la gloria y hoy, en Girona, está dispuesto a cruzarla. La conjura en la caseta es unánime y el día ha llegado. Nadie desea más esperas y dilaciones para un éxtasis más que merecido.

Pocos pueden disimular ya que se mastica el éxito perseguido desde que el proyecto inició su andadura, desde un lejano ya mes de julio en el que Oltra comenzó a implantar la doctrina del éxito entre los suyos. Ahora llega el turno de recoger los frutos a una labor metódica y en la que el reparto de medallas es democrático. Un cúpula ejecutiva ejemplar, un cuerpo técnico unido y solidario, un vestuario comprometido dentro y fuera del césped y una afición envidiable, incansable en su empuje y que ha hecho levitar a sus héroes. Semejante conjunción no puede llevar a otro destino. El soñado por muchas generaciones que ya quieren ver al Tenerife en el escaparate de los privilegiados. En Primera.

Espera serena.

La semana previa al partido ha traído sólo buenas noticias para José Luis Oltra. La primera fue el regreso de Kome tras la primera de dos experiencias consecutivas con su selección, así que se hace previsible su reingreso en el once, en detrimento de Ayoze. Será para el camerunés el día de su despedida, toda vez que causará baja también ante el Castellón.

La otra modificación en la formación titular se producirá con casi total seguridad en la retaguardia, ahí donde es probable que el recuperado Manolo desbanque a Culebras, solvente durante su estancia entre los elegidos. Aún así, faltarán Ricardo y Bertrán para que pueda alinear Oltra a su once de gala. Sobresalientes durante todo el campeonato, una sanción y una lesión les apartan de paladear como protagonistas las mieles de un éxito que también es de ellos. Eso sí, estarán en Montilivi: el plantel entero viajó a Girona porque a la fiesta que se anuncia no puede faltar absolutamente nadie.