NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Liga BBVA | Valladollid

"Espero volver, ésta es mi casa, mi escudo"

Ayer fue un día especial y triste: Víctor se va, pero lo hace como jugaba al fútbol, con elegancia. Aunque se le escapó alguna lágrima, se siente orgulloso. Su única queja, haberse ido de otra forma.

Miguel Á. Vasco
Víctor.
jonathan gonzález

Víctor volvió a demostrar ayer que es un caballero del fútbol, no sólo en un terreno de juego y con el balón en los pies, sino incluso el día de su despedida como jugador del Valladolid. Por lo que representa para la historia del club y la afición, su marcha ha creado debate, sobre todo por cómo se ha producido, pero él fue correctísimo en la concurrida rueda de prensa que ofreció en el hotel Meliá Recoletos: fue generoso en los agradecimientos y cerró cualquier atisbo de posible polémica con el club.

Ataviado para la ocasión, y nunca mejor dicho, porque vestía con una moderna camiseta de color violeta y un pantalón blanco (después dijo que su mujer le había elegido el conjunto), Víctor llegó acompañado de Gonzalo Arguiñano, su representante, y Luis Perote, entre una nube de cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas.

Antes del turno de preguntas, el extremeño realizó una alocución en la que primero subrayó que había escogido despedirse en el hotel y no en el estadio "porque es un día especial, alegre y triste a la vez" y después explicó su versión de los acontecimientos, entre la resignación y la tristeza: "Ésta es una decisión que ha tomado el club, yo no he tenido nada que ver, aunque me lo veía venir, por el tiempo que han tardado en decírmelo. También he leído que he tenido problemas con el entrenador y esto no es as Mendilibar me ha ayudado mucho y ha aportado también bastante al club, nos hemos respetado en todo momento y nos tenemos cierto cariño después de estos tres años que hemos pasado en el equipo".

En el tiempo de su monólogo, Víctor no escondió que le hubiera gustado despedirse de otra manera de la afición: "Me quedo con el cariño de la gente y de mis compañeros. Me da pena dejar el Valladolid precisamente por la piña que somos en el vestuario y que es la base de parte de los éxitos que hemos logrado, aún siendo un equipo muy humilde". Los ojos se le iban poniendo vidriosos conforme pasaban los minutos y seguía deshaciéndose en agradecimientos, que por último se los dedicó al club: "El Valladolid me lo ha dado todo en los nueve años que he estado, de hecho llegué soltero y me voy casado y con tres hijos. Es un club ejemplar, que me siento muy orgulloso de haber pertenecido a él y que vaya donde vaya ésta será siempre mi casa y mi escudo".

Lejos de ser una despedida, Víctor enfatizó que, aunque tiene 35 años, va a seguir jugando al fútbol, "porque me siento capacitado y con condiciones para aportar bastantes cosas. Es verdad que he dicho que me gustaría jugar en el extranjero, pero tengo que hablarlo con mi familia. En realidad, quería que hubiese sido aquí, y retirarme en el Valladolid, pero no va a poder ser, aunque no quiero achacarlo a nadie. Eso sí, quiero volver algún día, que mi familia viva en esta ciudad que me ha dado tanto y no cierro las puertas a este club, al que me gustaría seguir ayudando en todo lo que pueda".

Puntualizaciones.

Ya en el turno de preguntas, Víctor dejó claro que se va contento, con la cabeza muy alta, pero que le hubiera gustado despedirse de otra manera de la gente: "Éste no es el final que yo esperaba, y yo creo que la afición tampoco, y quizás por ello me voy un poco dolido. La decisión ha sido un poco rara, he visto como se cambiaba de opinión en cinco o seis días, dos o tres veces... No sé si la decisión estaba tomada, pero salí del partido ante el Betis con la sensación de que era el último".

Con la voz bastante quebrada cuando reveló la cantidad de mensajes en su teléfono móvil y apoyos que ha recibido, Víctor sólo se limitó a decir que por supuesto que le gustaría llevar la insignia que el club tiene previsto entregarle (parece que en la edición de este año del trofeo Ciudad de Valladolid), pero cuando se retire. Reiteró que cuando ha hablado con sus compañeros, a todos les ha pillado por sorpresa, pero, sobre todo, dejó un mensaje: "Aquí he sido muy feliz".