Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Joan Golobart (y 2)

"Con Poche comparto ideas... y cojones"

Segundo y último capítulo de la charla con Golobart. Hoy profundiza en la figura de Tamudo, de Pochettino y en la controversia creada por hablar del Barça en sus artículos.

Joan Golobart.
rodolfo molina

Hablábamos ayer de su pasado como futbolista, de cómo se retiró con 29 años por no vestir otra camiseta. Eso nos obliga a preguntarle por Raúl Tamudo. ¿Cómo ve las noticias sobre su futuro?

Miren, yo comprendo a Raúl, y para ello explicaré mi historia. Yo no pertenezco a una familia de tradición perica, pero tuve la suerte de coincidir en el colegio, en clase, con Edu Mauri. Nos venía a entrenar su padre (Pepe Mauri) y esa familia me metió el gusanillo del españolismo... Al final es el destino. Luego, con 22 años, coincidí en el Sabadell con Rafa Marañón, que volvía del Espanyol y se convirtió en mi compañero de habitación. Viví sus razonamientos, su dolor por haber salido del club dos años antes de lo que tenía previsto...

¿Algo parecido a lo que le puede pasar a Tamudo?

Me daría mucha pena que Raúl pasara por ese mismo proceso. Él ha sido la leche en el Espanyol, alguien increíblemente determinante. Sólo él podía meter el gol de la final de Mestalla ante Toni. Es un hombre que nos lo ha dado todo, que ha sido capaz de jugar solo arriba y en bandas. Cuando llega un entrenador rival al que conozco, me admite que se asusta por su sola presencia, aún a día de hoy. Parece que Tamudo sea Dios. Si se va, me dará lástima. Le queda un año de contrato, pero creo que está en disposición de seguir metiendo diez goles durante dos temporadas más. Si no sigue, espero al menos que lo haga orgulloso, sin la sensación de que lo están echando.

Y de Tamudo pasemos a Mauricio Pochettino. ¿Está de acuerdo con que le hayan renovado por tres años aunque Dani pueda irse en breve?

Sí, yo soy partidario de generar proyectos en los que el técnico tenga un contrato largo. Primero, porque así se siente protegido y, además, es un imput de confianza hacia el vestuario. Pero eso sólo sirve el día de la firma, luego el Consejo le tiene que dar muestras de liderazgo. Por ejemplo, Ernesto (Valverde) tenía un contrato de dos años y se acabó desgastando. El fútbol no es un hecho determinado, sino qué haces cada día para demostrarlo. Si Dani se va, nadie le reprochará haber renovado a Mauricio por tres temporadas.

Usted es muy de Pochettino, quizá porque compartieron demarcación en el Espanyol en diferentes épocas...

Mauricio fue mejor futbolista que yo, jugó en varios países y eso da cultura futbolística. Luego compartimos ese sentimiento hacia un club, que nos nació por influencias externas.

No siempre fueron buenos tiempos para Mauricio.

Cuando le dieron la baja lo pasó mal. Me reuní con él dos o tres veces. Lo quería en mi proyecto, para que comandara un departamento, y se lo presenté. Él estaba totalmente de acuerdo. Mauricio y yo tenemos pensamientos comunes y una manera de ver el rendimiento del futbolista muy parecido. Somos similares: tenemos las mismas ideas... y los mismos cojones (sonríe). Por eso podemos hacer grandes cosas por el Espanyol. Y conste que no soy su amigo, sólo hablamos cinco o seis veces.

Volvamos a usted. ¿Qué diría a quienes no le ven como presidenciable porque escribe artículos sobre el Barça en el diario La Vanguardia?

Yo a Dani también le he visto felicitar al Barça por sus títulos. No escribo más sobre el Espanyol porque emocionalmente me cuesta muchísimo. Si tengo que escribir debo mirar el partido de un modo diferente a como me gustaría. Como es casi imposible, prefiero hacer análisis de calidad, y eso en esta tierra implica hablar del Barça. Además, aprendo en cada encuentro que analizo y esos artículos me dan credibilidad delante de la sociedad catalana. Sé que es así por las llamadas que suelo recibir. Si alguien me analiza por mis artículos, que sea para decir si tengo o no idea, no para examinar de qué equipo hablo. Si por ser perico debo dejar de hablar de otros, que los españolistas que tengan una tienda -por ejemplo- pongan un cartel diciendo "prohibida la entrada a los culés". ¿No creen?

Se le ve algo dolido.

A mi vida intento ponerle letra, pero a veces ella te impone el estribillo. No puedo hacer más, soy un perico acojonante. Con 29 años, me dieron la baja del Espanyol con una lesión de rodilla, renové en blanco para que me pagaran sólo en función de mi rendimiento... Pero en plena pretemporada me dijeron que no contaba. Al mes siguiente me pagaban la nómina, y en lugar de poner una denuncia me quedé en casa: la hubiera ganado y me hubieran tenido que hacer fijo. Pero denunciar al Espanyol es como denunciar a tu madre...