Empate y todo el mundo contento

Ni pa'ti ni pa'mi. Empatamos, que nos vale a los dos, que encima el Alavés no va ganando en Vigo... y todos tan contentos". Así de literal, en esta conversación (supuestamente imaginaria) se podría resumir el choque entre Albacete y Murcia, dos históricos que hace un lustro se veían en Primera y que, por suerte y más aún en los tiempos que corren, volverán a verse la próxima campaña en Segunda. El cuadro manchego lo tenía bien claro, no podía perder de ninguna de las maneras, aunque Elía se amarrara a un poste de pies y manos, no chutaría por temor a que el balón diese en el larguero y pudiese colarse en la portería contraria. El Murcia, al menos, sí que lo intentó. Jugó cómodamente, creó peligro, y sólo la expulsión rigurosa de De Coz (el polémico Diego Costa provocó su roja antes de que casi le echaran a él) frenó las acometidas de los de Campos al verse con un hombre menos y una banda derecha demasiado coja.

Con todo, el Murcia fue mejor. Bruno, más liberado que un Movilla muy vigilado por Alberto, supo conectar con facilidad con Capdevila y De Lucas, aunque faltó el gol. Kike buscó su momento pero se quedó demasiado aislado entre las torres manchegas. En la primera mitad, varios disparos lejanos y una gran triangulación que terminó con Bruno pisando línea de fondo (su chut lo paró Cabrero), fue lo único destacado.

Guantes salvadores.

Nada más reanudarse el partido, Cabrero firmó un paradón a volea dentro del área de De Lucas. También al catalán le sacó un buen chut tras un contragolpe de los grana. Porque el Murcia quiso ganar, pero tampoco era tan osado de dejar desguarnecida su defensa sabiendo que el empate le valía. Luego llegaría la roja a Iker Begoña, por cortar en falta dos contragolpes seguidos, y las fuerzas se equilibraron. Pero Cabrero seguía enorme. Fue entonces cuando ambos bajaron los brazos, se dieron la mano y se dijeron "hasta pronto, amigo". Ambos se necesitan: viaje corto y desplazamiento masivo de afición para hacer taquilla.

No debutó el joven Sergio

Con la temporada ya finiquitada, el principal aliciente del choque era comprobar el nivel del joven Sergio, del que se espera muchísimo en un futuro cercano. El lateral zurdo vio el partido desde el banquillo y su debut debe esperar, al menos, al encuentro frente al Salamanca del próximo fin de semana, el del cierre de curso ante la afición.