Carlos Gurpegi
"No sé si mi cabeza aguantará otro año así"
"Plantearme salir es muy fuerte porque si alguien ha vivido situaciones emotivas en este club soy yo". El jugador que soportó un castigo terrible gracias al apoyo de la afición del Athletic, cuenta en AS que ha pasado un año muy malo. No se explica el papel que le ha dado el técnico.
¿Cómo catalogaría la temporada recién terminada?
La temporada es notable porque después de 25 años el equipo ha jugado una final de Copa. En la Liga nos ha faltado ser regulares, pero pienso que por el hecho de llegar tan lejos en la Copa hemos dejado de sumar puntos. Ha habido fases en las que el equipo no ha funcionado, pero también estuvimos doce o trece partidos seguidos sin perder. Creo que debemos adquirir una regularidad que no ha habido. Han sido diez los equipos que han asegurado la permanencia en las dos últimas jornadas y nosotros lo hicimos a falta de tres, al ganarle al Betis.
Ese día, contra el Betis, el Athletic salió con todos los no habituales, usted incluido.
Para nosotros era muy importante, se jugaba en casa y se certificó la salvación. Demostramos que somos jugadores de fútbol. Algunos llevamos bastantes años en Primera y podíamos haber tenido más minutos y haber sido más valiosos para el equipo.
Fue una pequeña reivindicación. Usted lo dejó claro al salir de la ducha.
Habíamos jugado contra Almería y Sevilla, y perdido. Todos teníamos ganas de reivindicarnos. Qué mejor día que ése, sábado y con un ambientazo en el campo, para que la gente que no nos ha visto mucho comprobase que estamos ahí y que tenemos nivel.
Salió todo bien, pero era una papeleta.
Para mí, en el plano personal, la temporada ha resultado muy dura. Ha sido duro tener que asimilar mi rol en el equipo. Después de dos años sancionado, si alguien necesitaba jugar, era yo, no por decreto, pero sí digo que mi condición era óptima para jugar. Hasta el final no he jugado dos partidos seguidos y se nota: pierdes confianza, dudas de tu capacidad y cuando sales para jugar diez minutos eres peor jugador de lo que realmente eres.
No se esperaba que le adjudicasen ese rol al que se refería, de suplente.
No, está claro, no me lo esperaba. Entiendo que haya jugadores que puedan jugar por delante mío y que yo pueda ser suplente, pero si perdemos cinco partidos seguidos en los que sólo juego diez minutos, entonces me pregunto que qué es lo que tengo que hacer para jugar. Yo he jugado partidos en los que hemos perdido y he salido del equipo, lo que no sé es porque eso no pasa con otros.
Aquello de que Caparrós dijese que usted era un "Ferrari" o que era el mejor fichaje para esta temporada, no ha tenido plasmación durante el año.
Sobre todo porque esos cinco partidos últimos de la Liga 07-08 los jugué completos. Entonces piensas que esa línea se mantendrá en la siguiente temporada. A mí lo del "Ferrari" me ha perjudicado.
¿En qué sentido?
Pues porque como no he jugado se puede pensar que mi estado no es el mejor.
Mediada la campaña, Caparrós aseguró que le faltaba ritmo tras dos años parado.
Tampoco lo entiendo, para mí no hay explicación. Cualquiera que haya seguido mis ocho años en Lezama habrá visto que mi actitud en el trabajo es inmejorable. Mis condiciones eran buenas porque ya en verano había jugado otros diez partidos. Quizás al entrenador le hacía falta una justificación para que yo no jugase.
En una entrevista con AS al inicio de este curso decía que no podía permitirse pasar un tercer año en blanco. Hombre, en blanco no se lo ha pasado, pero no parece haber quedado muy contento.
He jugado bastante menos de lo que esperaba y necesitaba. A día de hoy tengo muchas dudas de si mi cabeza está preparada para aguantar otro año así. Es una situación difícil para mí. Mi confianza en mí mismo se ha resentido y yo creo haber demostrado que puedo jugar en Primera. Hasta las navidades me costó muchísimo asumir lo que me estaba pasando. Luego, he tratado de ser más frío y aceptarlo.
¿Le explicó Caparrós por qué no le ponía con mayor asiduidad después de las flores que le había echado?
No.
Hombre, algo le habrá dicho en todos estos meses.
Recuerdo que después de un partido me dijo que era muy valioso para el equipo, pero que igual no jugaba en algún partido: no me puso en los cinco siguientes. En Navidades fui a hablar con el entrenador para ver si buscábamos una cesión, pensando más que nada en acumular una veintena de partidos de cara al próximo año. Se negó, me dijo que iba a tener minutos y ser importante.
¿Y ahora qué va a hacer, volverá a hablar con Caparrós?
Tengo que hablar con el club y ver qué intención tienen. Después, ya veremos.
Ha dicho que hace unos meses ya estuvo dispuesto a cambiar de aires. De sus palabras se deduce que no ha descartado esa idea.
Para mí es una decisión muy difícil, deportivamente hablando, tener que plantearme salir de este club pero, como a nadie se le escapa, necesito jugar y volver a sentirme futbolista. Es duro, pero el cuerpo me lo pide, porque aunque tengo tres años más de contrato y podía quedarme tranquilo y relajado, yo necesito jugar.
Ya, pero quizás debe asumir que existe un criterio técnico por el que usted no juega de titular o tiene continuidad.
Ante algo así es cuando uno tiene que buscarse la vida, aunque me produce tristeza pensar en ello. Está claro que si jugase muchos partidos nada de esto me rondaría la cabeza porque aquí estoy bien considerado por los compañeros y por la afición, y me encantaría acabar aquí mi carrera. Pero la situación es otra: a veces he tenido la sensación de que entraba en todas las convocatorias por la misma razón por la que jugué seguidos y completos aquellos cinco partidos últimos de la Liga 07-08, nada más haber terminado de cumplir la sanción de dos años.
Tampoco ha tenido una demarcación fija: medio, central, lateral,...
Lo que me gusta es jugar, sí, pero me hubiera gustado también gozar de continuidad en un sitio. Jugué de medio la tercera y cuarta jornadas y no he vuelto a jugar dos partidos seguidos en el mismo puesto.
No se le ha visto especialmente cómodo de lateral.
En mi vida había jugado ahí hasta el año pasado. Me ha tocado y lo he intentado, pero es una posición extraña para mí, que siempre me he movido por la franja central del campo.
El asunto de su nariz: se la ha roto dos veces. ¿Está gafado o qué?
Prefiero sufrir esta lesión a otras de tipo muscular, porque al de cuatro días ya estaba entrenándome. De todas formas, cuando algo empieza mal, todo se tuerce. Con lo que he vivido este año y encima me tengo que romper dos veces la nariz.
Lo ha dejado caer antes, pero la verdad es que cuesta imaginárselo vistiendo otra camiseta que no sea la del Athletic.
Es lo más fuerte que he barajado, esto de abandonar el club. Si alguien ha vivido situaciones y momentos emotivos en este equipo he sido yo. Por eso tampoco yo me veo con una camiseta distinta y me gustaría que no tuviera que suceder, pero...
Ya no por el desagradable y largo episodio nacido de aquel control antidopaje, que también, pero es que usted ha sido un futbolista de mucho peso en el Athletic, en el campo y fuera, y ahora parece que todo eso cuenta bien poco.
Creo que cuando no juegas, pasa que caes un poco en el olvido. Todo esto para mí y para mi familia es muy complicado de asimilar. Ver que llega el fin de semana y que no puedes jugar... O que cuando salía de vez en cuando, sentía que no me encontraba a mí mismo.
¿Tiene una opinión sobre el episodio de la semana anterior entre Ustaritz y Caparrós?
Pienso que Ustaritz se sintió ofendido y, como persona que es, creyó conveniente defenderse y dar su versión de los hechos.