Jerez lo disfrutó como si estuviese ya en Primera

Eran las doce del mediodía y la fiesta se palpaba en el ambiente jerezano. En ese momento, más que azulino, el corazón de la hinchada xerecista se tornó en celeste para animar a un Celta de Vigo que se jugaba la vida en el Rico Pérez. Los bares y las peñas más habituales del ambiente de fútbol de la ciudad se llenaron para ver el partido, y en la calle no eran pocos los que tomaron posiciones cerca de las plazas donde se iba a celebrar el ascenso. Los alrededores de la Plaza del Arenal, Plaza del Caballo e incluso en la del Minotauro estaban repletos de aficionados deseosos de celebraciones.

Mientras esto sucedía, habían también dos puntos 'calientes' de xerecismo acérrimo. Por un lado, en el Hotel AC la plantilla veía junta el partido, mientras que la Peña Los 100, decana en la ciudad, estaba llena de aficionados y de medios de comunicación. Allí, la fiesta fue absoluta más allá del pitido final, cuando ya se sabía que había que esperar una semana más.

Una vez terminado el partido, sonaron los claxon por Jerez y el ambiente se trasladó a Chapín, donde más de un millar de aficionados alentaron a los jugadores. Fue una tarde inolvidable, donde no faltó el baño en las fuentes públicas.

Chárter.

Por otro lado, Juan Carlos Corchado, presidente de la Federación de Peñas, anunció que se fletará un vuelo chárter a Tenerife de ida y vuelta el mismo domingo. Contará con 180 plazas.